Universidades privadas presentan mayor inserción laboral en primer año frente a públicas, según OLE

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La Veintitrés Manizales informa que el Observatorio Laboral para la Educación (OLE), dependiente del Ministerio de Educación, publicó los resultados de inserción laboral y salarios de graduados universitarios desglosados por tipo de institución. El estudio, que corresponde a titulados en 2022 que se incorporaron al mercado laboral en 2023, analizó a 389.386 graduados de pregrado con base en cotizantes a la seguridad social, y revela que quienes egresan de universidades privadas presentan una mayor inserción laboral en el primer año y ingresos superiores frente a los de universidades públicas.

En el primer año tras la graduación, el 73,4% de los graduados de pregrado encontró empleo formal. El dato se sostiene con mayor contundencia entre las privadas, donde el 76,3% logró empleo en ese periodo, frente al 70,4% de las públicas. En términos de ocupación, el 61,9% de los graduados obtuvo un contrato como dependiente, el 11,5% contratos independientes y un 26,6% no cotizó a la seguridad social durante ese primer año. En la escala de ingresos, el 14,3% de los egresados de instituciones públicas recibe apenas un salario mínimo, frente al 9,7% de los egresados de privadas; y para quienes se ubican entre 1,5 y 2 salarios mínimos, la distribución muestra 44,6% en instituciones públicas frente a 30,6% en privadas; entre 1,5 y 2,5 salarios mínimos, 31,4% en privadas frente a 26,4% en públicas; y entre 2,5 y 4 salarios mínimos, 19,6% en privadas frente a 10,9% en públicas. Por área de formación, el 75,5% de quienes obtienen un título profesional universitario logra empleo en el primer año, frente a 70,8% para programas tecnológicos y 55,3% para formación técnica.

El reporte también señala que el 91,3% de los egresados de posgrado ya estaba vinculado al mercado laboral antes de iniciar sus estudios de posgrado, lo que eleva la empleabilidad de este grupo. En una lectura histórica, desde 2008 las universidades privadas han tenido mayor acceso a empleo formal que las públicas; en 2020 la brecha era de cinco puntos porcentuales y, para 2023, esa diferencia se redujo a apenas 0,5 puntos, evidenciando un descenso de la brecha, aunque persiste en ciertos indicadores y contextos regionales.

Lecturas sobre el origen de la brecha y su lectura para políticas públicas

La revisión de los datos permite entender por qué estas diferencias persisten y qué preguntas abre para políticas de educación y empleo. El OLE enfatiza que, aunque la brecha de inserción laboral entre privados y públicas se ha estrechado, las diferencias geográficas juegan un papel clave: las universidades privadas tienden a concentrarse en las grandes ciudades como Bogotá, Medellín, Cali, Barranquilla y Bucaramanga, mientras que las públicas alcanzan regiones con menos urbes y, por tanto, con una oferta laboral más reducida. Este aspecto geográfico, señalado por Leonor Torres, especialista en educación superior, se cita como un factor relevante en la discusión sobre la calidad percibida por empleadores y las dinámicas de empleo formal en el país.

«No se trata ni siquiera de que haya una percepción de calidad por parte de los empleadores. Por el contrario, esto puede verse influido con que las universidades privadas se concentran en las principales ciudades del país como Bogotá, Medellín, Cali, Barranquilla y Bucaramanga. En cambio, las universidades públicas llegan a regiones con menos urbes y, por lo tanto, con una oferta laboral que también es más escasa. Por ejemplo, las principales universidades de Chocó, Córdoba, o el sur del país son oficiales» – Leonor Torres, especialista en educación superior

Para La Veintitrés Manizales, estos hallazgos ponen de relieve la necesidad de evaluar políticas de educación y empleo que aborden la desigualdad territorial y promuevan una mayor equidad en el acceso a empleos formales, más allá de la concentración de oferta educativa en centros urbanos. Si bien los datos de 2022 muestran avances significativos para las privadas en el primer año y en ingresos, la lectura regional y las condiciones de empleo en las zonas fuera de las grandes ciudades siguen siendo un tema central para las decisiones de inversión en educación superior y desarrollo regional.

En resumen, este informe del OLE, que combina el seguimiento anual de graduados con un foco en el impacto de la institución de procedencia, aporta una visión clave para las políticas de empleo y educación en Colombia. Como cobertura de La Veintitrés Manizales, seguimos de cerca cómo estas dinámicas se traducirán en estrategias para cerrar brechas y garantizar oportunidades más uniformes para egresados de todas las regiones, con atención especial a la equidad entre instituciones privadas y públicas y a las regiones con menor dinamismo económico.

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