La Superintendencia de Industria y Comercio (SIC) debe decidir antes del 20 de noviembre la integración entre Tigo y Movistar, tras la presentación de dos compromisos por parte de Millicom y Telefónica Colombia y el uso del precio de roaming nacional como eje de negociación. La operación, valorada en mil millones de dólares, podría dejar a la nueva firma con más del 90% de la cuota móvil en Colombia, una cifras que han elevado las alertas entre operadores alternativos y reguladores sobre la competencia en el mercado.
La SIC, que opera en sede colombiana para evaluar la fusión entre Tigo (Colombia Móvil) y Movistar (Colombia Telecomunicaciones), revisa de manera detallada los compromisos aportados y la negociación del precio de roaming. En este proceso la autoridad contempla tres escenarios posibles: rechazar la integración, aprobarla tal como fue presentada o autorizarla con condiciones para salvaguardar a los operadores más pequeños. En ese marco, Millicom y Telefónica Colombia han presentado compromisos y la discusión del roaming ha quedado como un tema central, con propuestas que van desde una primera fijación de 1,6 pesos por megabyte hasta una versión ajustada de 1,4 pesos por MB, buscando garantizar un acceso equitativo a la infraestructura para evitar distorsiones.
Como antecedentes relevantes, en 2023 Millicom y EPM anunciaron una fusión para unirse a Telefónica Colombia (Movistar) y para adquirir la participación de EPM en Tigo y la influencia estatal en Coltel, operación también valorada en mil millones de dólares. La decisión de la SIC llega en un momento en el que el regulador analiza con lupa la concentración de un sector en el que, si no se establecen garantías sólidas, podría afectar a los operadores de nicho y de alcance regional, fundamentales para mantener la competencia efectiva. En este contexto, la operación propondría convertir a la nueva compañía en el segundo actor del sector, con una cuota de mercado móvil superior al 90% y, por detrás, a Claro.
Además, la decisión de la SIC podría coincidir con el fallo del Consejo de Estado sobre la designación de Cielo Rusinque como superintendente, lo que podría influir en la resolución final. En la práctica, la autoridad analítica evalúa tres escenarios posibles y mantiene el pulso sobre la necesidad de mecanismos de replicabilidad, auditoría continua y una vigencia adecuada para salvaguardar la competencia, según señalan los representantes de los operadores alternativos involucrados en la negociación: Wom, Suma Móvil, Lov Telecomunicaciones, Velonet, Legon Telecomunicaciones, IP Technologies y Finetco.
Evaluación regulatoria y posibles escenarios ante la concentración
En este marco, la SIC está evaluando con atención el efecto de la fusión en la competencia y en el acceso a la infraestructura para los operadores más pequeños. La discusión sobre el roaming nacional y la forma de implementarlo para evitar prácticas discriminatorias es central, pues podría determinar si la concentración de mercado se mantiene dentro de límites aceptables o si se requieren condiciones que protejan a los actores regionales y de nicho. Aunque el valor de la operación es de mil millones de dólares, lo más decisivo para el regulador es preservar la diversidad de oferta y evitar barreras de entrada que dificulten la llegada de nuevos competidores o el desarrollo de servicios en mercados regionales.
«Tal y como están planteados estos compromisos, con medidas débiles, que no consideran la replicabilidad efectiva ni la auditoría continua, hacen insostenible nuestra permanencia en el mercado» – Representantes de operadores alternativos
«El mercado alcanzaría niveles de concentración que amenazan la viabilidad de múltiples operadores de nicho o de alcance regional, cuya presencia es fundamental para la competencia efectiva» – Representantes de operadores alternativos
En última instancia, el resultado de la revisión de la SIC podría impactar significativamente el panorama de la telefonía móvil en Colombia. Si la aprobación se concede sin condiciones robustas, la nueva entidad podría consolidar una cuota de mercado dominante que afecte a operadores más pequeños y a la diversidad de ofertas. Por el contrario, si se imponen medidas adecuadas para garantizar la replicabilidad de la red, la supervisión de auditorías y salvaguardas efectivas contra prácticas anticompetitivas, la decisión podría equilibrar el mercado y mantener abierta la competencia, especialmente para los actores regionales y de nicho que hoy advierten sobre posibles barreras de entrada y tarifas discriminatorias. La resolución (anunciada para finales de noviembre) podría marcar un antes y un después en la forma en que se regulan fusiones de gran tamaño en el sector de telecomunicaciones colombiano. Finalmente, la fecha límite de decisión continúa fijada para el 20 de noviembre, con anuncio oficial esperado a finales de ese mes.















