La Veintitrés Manizales presenta, desde Bogotá, un recorrido periodístico sobre un análisis publicado por Infobae Colombia que detalla el uso por parte de Gustavo Petro de palabras poco habituales como epulón, cipayo y parresía, y su función retórica en contextos de reformas y tensiones con Estados Unidos. El informe subraya que estas elecciones léxicas no son simples ornamentos del lenguaje, sino herramientas que buscan enfatizar decisiones en materia de reformas laborales y en la relación con actores internacionales, con especial atención a las respuestas que generan en redes sociales y a la articulación de un discurso público en la Plaza de Bolívar.
El equipo de Infobae Colombia para este análisis incorporó entrevistas a lingüistas y un examen detallado de mensajes y discursos del presidente. En el equipo figuran Adriana Plazas, magíster en estudios de lingüística española, y Daniela Carvajal, estudiante de lingüística y directora de la Revista Ex~libris. El reporte sitúa el uso de parresía en febrero de 2025, el anuncio de un día cívico para marchas a favor de las reformas en marzo de 2025 y la aprobación de la reforma laboral en junio de 2025, en el marco de un debate que también tuvo ribetes en la interacción con Fenalco y en publicaciones en la red social X.
El peso de las palabras en la retórica de gobierno
En el análisis textual, epulón se presenta como un cultismo derivado del latín epulo, descrito por Adriana Plazas como una palabra no común en el español cotidiano. Este término, según la analista, se utiliza para describir a alguien que come mucho y se regala, y suele asociarse a personas con recursos; su empleo, sostienen los especialistas, funciona como un recurso para llamar la atención sobre temas delicados y otorgar énfasis, no siendo gratuito que Petro haya elegido esa palabra.
«está marcado por una intención, digamos, como de sinceridad y apertura frente a lo que dice» – Adriana Plazas, magíster en estudios de lingüística española
Por su parte, cipayo es descrito como un término de origen persa que históricamente designa a un soldado contratado, y en su uso actual se interpreta como una designación de una persona a sueldo que actúa siguiendo intereses ajenos, según explica Adriana Plazas. En el marco del análisis, este vocablo aparece en contextos de tensiones con Estados Unidos, donde la retórica busca señalar sublevaciones o influencias externas sobre decisiones nacionales.
«cipayo» tiene origen persa y, en su sentido histórico, se usaba para referirse a un soldado contratado; en términos generales designa a una persona a sueldo que actúa siguiendo intereses ajenos – Adriana Plazas
En el apartado de parresía, el informe sitúa una relación entre libertad de expresión y veracidad, destacando que este término adquiere un marco político cuando se invoca para describir un discurso que quiere decir lo que se piensa con valentía ante el tirano o ante la oposición. Adriana Plazas señala que la parresía representa un llamado a la franqueza, mientras que Daniela Carvajal añade capas de interpretación sobre el efecto emocional del discurso presidencial: un lenguaje que, afirma, puede resultar muy emocional y explícito en la expresión de sus emociones.
«parresía era el que decía lo que pensaba y tenía el coraje de decirlo ante el tirano, como Sócrates. Siento que soy también un parresía» – Gustavo Petro
«él es muy emocional porque manifiesta de forma muy explícita sus emociones» – Daniela Carvajal, estudiante de lingüística y directora de la Revista Ex~libris
A partir de estas definiciones, el análisis subraya que epulón, cipayo y parresía no solo describen palabras, sino que funcionan como señales de una estrategia de comunicación. Adriana Plazas remarca que epulón es un recurso para llamar la atención sobre asuntos delicados y dar énfasis, y que no existe una única forma correcta de hablar cuando se trata de una figura pública que busca dejar huella en la conversación pública.
«epulón es un cultismo, o sea que esa no es una palabra del español general» – Adriana Plazas
«el término, proveniente del latín ‘epulo’, se utiliza para describir a ‘quien come mucho y se regala mucho’ y suele asociarse a personas con recursos» – Adriana Plazas
«sí que es un recurso para llamar la atención sobre cosas que son delicadas y darle cierto énfasis. O sea, no es gratuito que se haya escogido ese término y no otro» – Adriana Plazas
La discusión también aborda el dato de que no existe una única manera de expresarse para un líder político y que la elección de palabras puede generar interpretaciones distintas entre analistas, opositores y seguidores. Daniela Carvajal subraya esa pluralidad de lecturas: hay quien considera que el tono es contundente y directo, y hay quien percibe beligerancia o confrontación, dependiendo del interlocutor y del contexto.
«no existe una forma correcta de hablar» – Daniela Carvajal
El equipo consultado también destaca que, además del léxico, la retórica se activa en actos públicos como el discurso pronunciado en la Plaza de Bolívar en Bogotá, y que las publicaciones en X amplifican el debate, generando respuestas en distintos sectores, desde movimientos sociales hasta sectores empresariales que han citado o respondido a estas palabras. El análisis también señala un episodio concreto: Petro respondió a señalamientos de Fenalco citando la expresión de epulón y enfatizando claridad en su mensaje.
«Esto más que generar una contienda, es más bien mantener su postura o tal vez ponerse en una posición de respeto» – Daniela Carvajal
Entre las cifras destacadas se cuentan dos momentos que se mencionan como hitos: el 18 de marzo de 2025, cuando Petro anunció un día cívico para marchas a favor de sus reformas, y junio de 2025, cuando la reforma laboral fue finalmente aprobada. Estos hitos se inscriben en un marco de análisis que busca entender no solo el significado de las palabras, sino también su impacto en la opinión pública y en el curso de las decisiones políticas.
«Quiero ofrecerle la casa de Nariño, a Gonzalo Guillén para que pase su arresto. La casa de un periodista libre y de una parresía. Parresía era el que decía lo que pensaba y tenía el coraje de decirlo ante el tirano, como Sócrates. Siento que soy también un parresía. Así que si lo quiere vengase por acá para hablar de ciertas verdades» – Gustavo Petro
«Yo no voy a arrodillar a la nación y permitir que se golpee campesinos. No somos cipayos, no súbditos» – Gustavo Petro
«Más les cuesta a los trabajadores que los ricos epulones no les paguen sus salarios justos. Lo que se pierde allí no son solo dineros, sino la vida misma. Tanto miedo le tienen a la expresión clara y decidida del pueblo» – Gustavo Petro
«han traicionado al pueblo de Colombia y lo han hecho por la codicia, lo han hecho por dineros, se han arrodillado al rico Epulón, se han arrodillado a un dios falso, que es el dios dinero, no quieren que la madre comunitaria tenga un sueldo, no quieren que las mujeres de Colombia tengan una pensión merecida después de criar a sus hijos» – Gustavo Petro
En síntesis, el análisis de Infobae Colombia facilita una lectura sobre cómo la retórica presidencial, apoyada en términos poco habituales, se ubica en la discusión pública de reformas y de la relación con Estados Unidos. El material reúne luces sobre significado, intención e impacto, y ofrece una ventana para entender las repercusiones del lenguaje frontal de Petro en el debate público colombiano, con un cierre que apunta a una dinámica que podría seguir vigente mientras avanzan las reformas y se evalúan respuestas políticas y sociales en el país.















