Corte Suprema avala extradición de Andrés Felipe Marín Silva, alias Pipe Tuluá, a Estados Unidos

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Con una decisión que reconfigura el tablero de seguridad y política en el Valle del Cauca, la Corte Suprema de Justicia avaló la extradición de Andrés Felipe Marín Silva, alias Pipe Tuluá, hacia Estados Unidos. La resolución, fechada el 13 de noviembre de 2025, se produce luego de que un juzgado de Villanueva ordenara su traslado a La Picota tras una tutela que protegía sus derechos fundamentales. En Bogotá, en la Estación de Policía Los Mártires, se suscribió el documento, que concreta el proceso de extradición, y el traslado posterior se realizaría hacia Estados Unidos, manteniendo el foco en Tuluá y el Valle del Cauca, donde la noticia ha generado expectativa y un llamado a la calma.

El fallo no sólo valida el proceso penal pendiente en territorio estadounidense, sino que enmarca un giro importante para la zona: Marín Silva sostiene que los cargos no tienen sustento y que las imputaciones de vínculos con el narcotráfico surgieron a raíz de su estancia en La Picota. Aparte de la extradición, su aparición pública dejó claro un mensaje de pacificación y la intención de promover una salida política al conflicto. La decisión se dio en un momento de alta vigilancia y con un incremento de seguridad en la región, ante la posibilidad de reacciones ante el fallo.

La extradición y su eco regional

La firma del documento en la Estación de Policía Los Mártires y el eventual traslado al complejo penitenciario de La Picota en el marco de la tutela de derechos fundamentales forman el tránsito jurídico que acompaña esta medida. Mientras tanto, la campaña de tranquilidad y la prospectiva de una mesa de paz ganan terreno entre allegados y autoridades locales de Tuluá, Valle del Cauca, donde el personaje central es seguido de cerca. Marín Silva, por su parte, insiste en su intención de buscar una salida política al conflicto y recalca que no es narcotraficante, al tiempo que llama a evitar cualquier acción violenta o alteración del orden público.

«Sigo firme en mi propuesta de buscar una salida política al conflicto y en mi postura de que no soy narcotraficante» – Andrés Felipe Marín Silva

«por favor, se abstengan de cualquier tipo de acción violenta o alteración del orden público» – Andrés Felipe Marín Silva

En el plano local, fuentes cercanas a la gestión municipal de Tuluá destacan que existe una reconciliación entre Marín Silva y el alcalde Gustavo Vélez, y señalan que no hay amenazas contra la integridad del mandatario ni contra la tranquilidad del municipio. Este marco de relaciones podría abrir, según analistas regionales, espacios para una mesa de diálogo que permita avanzar en soluciones políticas ante la persistente violencia en la región. En el terreno penitenciario, Marín Silva ha reiterado que su estancia en La Picota habría sido la fuente de las acusaciones de narcotráfico, una versión que contrasta con la línea oficial de las autoridades federales en Estados Unidos y que alimenta la tensión entre narrativas locales y judiciales.

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