Desde la redacción de La Veintitrés Manizales informamos que en Colombia las remodelaciones realizadas en horarios no autorizados generan sanciones económicas en conjuntos residenciales, con multas que rondan el millón de pesos en función de la conducta y de la reiteración. Las administraciones de estos conjuntos, regidas por su reglamento de Propiedad Horizontal, junto a los expertos en la materia, aplican estas medidas basadas en el Reglamento de Propiedad Horizontal y en el Código Nacional de Policía para evitar ruidos excesivos, el tránsito de personal externo y daños a las zonas comunes, garantizando convivencia y seguridad.
Aunque no se especificó una fecha exacta de implementación en el material, queda claro que las sanciones pueden manifestarse a través de mecanismos internos y regulatorios, sustentados en reportes de vigilancia, firmas de vecinos y registros audiovisuales que permiten documentar las infracciones. La franja horaria típica para las obras se fija de 8:00 a 18:00, y la respuesta disciplinaria se estructura en cuatro niveles de sanción cuyo rango va desde dos hasta dieciséis salarios mínimos diarios legales vigentes, mientras que el límite de sanciones internas no debe exceder el valor de una cuota de administración.
Implicaciones para las comunidades y los mecanismos de control
Los antecedentes de estas medidas se hallan en normas de convivencia aplicadas por el reglamento de Propiedad Horizontal y el Código Nacional de Policía, complementadas por reglas internas aprobadas en asamblea de propietarios, siempre respetando el derecho a defensa de los involucrados. Ahora, la noticia explica el alcance de estas sanciones por ruido y por las franjas horarias, destacando que su objetivo es evitar conflictos entre vecinos y coordinar las autorizaciones para el ingreso de personal externo, además de proteger las zonas comunes y la seguridad estructural de las edificaciones.
Entre la documentación que acompaña estas medidas figuran reportes de vigilancia, firmas de vecinos afectados o registros audiovisuales; si el inmueble está arrendado, la notificación al propietario es obligatoria. Para prevenir sanciones, se recomienda informar con anticipación las fechas, horarios y naturaleza de las obras, verificar el cumplimiento de los niveles de ruido y coordinar las autorizaciones para el ingreso de personal externo. En casos especiales de remodelaciones que involucren modificaciones estructurales o cambios en puntos hidráulicos o eléctricos, se requieren planos o soportes técnicos emitidos por profesionales certificados. Los controles se refuerzan mediante registros de ingreso digitalizados, autorizaciones previas por escrito y supervisión durante el horario establecido.
En conjunto, estas medidas buscan evitar conflictos entre vecinos, coordinar las autorizaciones para ingreso de personal externo y proteger las zonas comunes y la seguridad estructural, con un impacto directo en la convivencia de los residentes de los conjuntos residenciales de Colombia, y en la dinámica de las comunidades que habitualmente conviven bajo reglamentos y normativas compartidas.

















