Manelyk González: en Cartagena, Colombia no volvería a hacerse bichectomía, ácido hialurónico ni implante roto

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Desde Cartagena, para La Veintitrés Manizales, Manelyk González, reconocida influencer y actriz mexicana, ha revelado qué procedimientos no volvería a hacerse tras su reciente cirugía en Colombia. En una serie de videos publicados durante su recuperación, la joven señala que hay errores estéticos que nunca volvería a cometer y enumera la bichectomía, el ácido hialurónico y un implante roto como ejemplos paradigmáticos de decisiones que, a su juicio, deben evitarse. Además, insiste en la importancia de elegir médicos adecuados y con experiencia, subrayando que su experiencia reciente incluyó una consulta con el cirujano Javier Soto, ubicada en Cartagena.

La revelación de la artista forma parte de una reflexión más amplia sobre autocuidado y planificación quirúrgica, y llega con un claro mensaje para sus seguidores: no apostar por opciones económicas o por clínicas de reputación dudosa, porque a la larga el costo emocional y físico puede ser mayor. Sus mensajes, difundidos a través de redes sociales durante su proceso de recuperación, buscan orientar a quienes contemplan procedimientos estéticos a priorizar la seguridad y la profesionalidad por encima del ahorro inmediato. En este contexto, González comparte su experiencia para invitar a la audiencia a considerar cuidadosamente cada paso de una intervención y a informarse de verdad antes de someterse a cualquier procedimiento, especialmente cuando se trata de cirugías en el extranjero o en lugares de bajo costo.

Manelyk denuncia errores estéticos del pasado y llama a la responsabilidad de la elección médica

En el relato que ha marcado la atención de sus seguidores, la artista aborda cada una de las decisiones que hoy cuestiona. Habla de la bichectomía como uno de los mayores errores que ha cometido, y advierte que no la recomienda a nadie, pues a la larga la intervención puede traer problemas que obligan a nuevas cirugías para intentar remediarlas. También recuerda haber implementado ácido hialurónico en la cara, insistiendo en que no volvería a hacerlo: describe una migración indeseada, desajustes en la nariz y un impacto visible en sus pómulos, además de experiencias sobre la percepción inicial que luego se desmorona con el tiempo, dejando claro que la idea de que el ácido se absorbe no siempre se cumple en la práctica. Sus palabras reflejan un proceso doloroso de revisión y de aprendizaje para sí misma y para su audiencia. Por último, señala que la primera vez que se operó no recibió el acompañamiento adecuado y que, si alguien va a someterse a una operación, debe invertir en un profesional de confianza, porque de lo contrario el costo del camino será mucho mayor del que imaginan.

«Chicas, oigan, les voy a decir algunas cositas que no volvería a hacer ni aunque me pagaran sobre mi cuerpo. Me acabo de operar, entonces ese tema viene perfecto» – Manelyk González

«La bichectomía, uno de los peores errores que he hecho» – Manelyk González

«No se la recomiendo a nadie… a la larga es una cirugía que te va a traer problemas y vas a tener que hacer otra cirugía para remediar esa cirugía» – Manelyk González

«Otra cosa que no haría jamás y que me arrepiento muchísimo es de haberme puesto ácido hialurónico en la cara. Jamás, ¡jamás!» – Manelyk González

«La primera vez que me operé, me operé con el doctor con el que me alcanzaba. No saben el mierdero que me hizo» – Manelyk González

«O sea, si se van a operar, inviertan con alguien bien, porque después sale más caro el caldo que las albóndigas» – Manelyk González

Más allá de estas confesiones, la historia de González también incluye detalles personales que arrojan luz sobre su recorrido. En sus declaraciones, recuerda sus tatuajes como parte de una etapa de decisiones impulsivas, describiendo de forma cruda ese primer tatuaje a los diecinueve años y la sensación de que ya no era la misma persona. Sus comentarios sobre “mucho maricada” en el cuerpo revelan un proceso de revisión personal que acompaña su discurso público. En paralelo, utiliza ejemplos de dietas extremas que ha probado, desde la dieta de la piña y la dieta del pollo hasta regímenes como keto y ayunos prolongados, destacando que hoy prioriza una alimentación más limpia y saludable. Con este mosaico de confesiones, la periodista quiere subrayar que la autopercepción y la salud deben ir de la mano cuando se decide someterse a un procedimiento estético, y que la experiencia de una figura de alto perfil como ella puede servir de guía para sus seguidores, que la observan para entender mejor los riesgos y las responsabilidades que conllevan estas intervenciones.

El impacto de este testimonio es notable, ya que la figura pública, con su alcance en televisión y redes, puede influir en un segmento amplio de usuarios que piensan en operarse. Su énfasis recae en la necesidad de autocuidado, la planificación quirúrgica detallada y la selección de profesionales altamente calificados. Aunque no se reportan cifras monetarias ni datos numéricos específicos, el mensaje central es claro: apostar por la experiencia, la ética y la seguridad médica no es un gasto, sino una inversión para evitar complicaciones y costos mayores a largo plazo.

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