El presidente Gustavo Petro defendió la autorización de bombardear en Guaviare para enfrentar a la disidencia de Iván Mordisco, ante críticas por la protección de la infancia. Este despacho para La Veintitrés Manizales detalla que las publicaciones recientes en redes sociales sostienen que la operación es parte de una estrategia para neutralizar a combatientes fuertemente armados y recuperar el control del territorio, con mención a Guaviare y a Mondomo, Cauca, como ejemplos de la compleja realidad de seguridad y derechos humanos que enfrenta el país.
Las declaraciones, difundidas a través de las redes, describen la dinámica táctica de la acción y las decisiones tomadas desde el poder ejecutivo. Petro sostuvo que había 150 hombres de alias Mordisco fuertemente armados avanzando por la selva del Guaviare en dirección a un pelotón de 20 soldados a los que él podría reforzar con munición, pero que podrían también ser emboscados o contra emboscados. En ese marco, afirmó que la intervención era necesaria para evitar pérdidas mayores y para defender a la población civil frente a una amenaza que, según su relato, podía desbordarse si no se actuaba con rapidez.
El mandatario añadió que la decisión era riesgosa, pero necesaria: «Perderíamos 20 jóvenes al servicio del Estado y la sociedad. Decisión riesgosa, bombardear antes que lleguen a su objetivo. Eso hice». En su visión, la acción militar no excluye la búsqueda de resultados para la gente común, y añadió que «Claro que lo esencial en la guerra es ganar al pueblo y transformar el territorio. Es lo que he hecho bajo sus críticas. Pero mi política de paz ha estado acompañada de acción militar cuando toca» y que «Quienes no quieren la paz han recibido neutralización de sus combatientes por decenas, decenas de fusiles recuperados, incautaciones por miles de toneladas de cocaína. La mayor en la historia del mundo». Aducía, en síntesis, que la defensa del Estado debía equilibrarse con objetivos humanitarios y con un marco de pacificación a largo plazo.
En paralelo, el devenir de la seguridad en el país generó tensión política entre el gobierno y la oposición, con el precandidato presidencial del Nuevo Liberalismo, Juan Manuel Galán Pachón, planteando una visión que enfatiza la protección de la infancia y la presencia continua del Estado en el territorio. Galán afirmó que «Lo primero es expresar una solidaridad a las víctimas de Guaviare, los niños asesinados, pero también en Mondomo, Cauca, a la policía que ha sufrido hostigamiento. Colombia necesita una política de seguridad que permita que la fuerza pública recupere plenas capacidades para controlar el territorio, para proteger a la población civil, pero también tenemos que construir oportunidades en el territorio, oferta de política social, conectividad, vías terciarias, acueductos» y añadió que «Sólo así podremos garantizar una seguridad duradera, estable, que garantice el bienestar y la tranquilidad, dándole prioridad a los niños, que constitucionalmente son la población que debe recibir toda la prioridad por parte de nuestra sociedad en la protección». Más aún, enfatizó que «LA SOLUCIÓN NO SON LOS BOMBARDEOS NI LAS BALAS. SÍ A LA FUERZA DE LA LEY, PERO CON ESTRATEGIA Y PRESENCIA DEL ESTADO(sic)». En su lectura, lo ocurrido en Mondomo y en Guaviare es inaceptable y exige recuperar el control del territorio y avanzar en una política social real: rutas de acceso, conectividad, acompañamiento a las familias y presencia permanente en zonas de abandono, para que los niños sean, siempre, la prioridad de Colombia.
Debate entre seguridad y derechos de la infancia
Las publicaciones en redes sociales de ambos actores muestran el choque entre acelerar una respuesta militar para neutralizar amenazas y la necesidad de construir una seguridad que priorice a la niñez y el desarrollo humano. En Guaviare, el foco está en la capacidad del Estado para proteger a la población civil mientras se combate a actores armados; en Mondomo, Cauca, se subraya el daño humano y la urgencia de una presencia estatal que ofrezca servicios básicos y oportunidades. Este marco de referencia explicita un debate que trasciende la jugada táctica y entra en la definición de una política de seguridad con rostro humano, que equilibre la defensa del territorio con derechos fundamentales de la infancia y desarrollo social.
«Teníamos 150 hombres de alias Mordisco fuertemente armados avanzando por la selva del Guaviare en dirección a un pelotón de 20 soldados a los que yo podía reforzar con munición, pero podían también ser emboscados o contra emboscados» – Gustavo Petro Urrego, Presidente de Colombia
«Perderíamos 20 jóvenes al servicio del Estado y la sociedad. Decisión riesgosa, bombardear antes que lleguen a su objetivo. Eso hice» – Gustavo Petro Urrego, Presidente de Colombia
«Claro que lo esencial en la guerra es ganar al pueblo y transformar el territorio. Es lo que he hecho bajo sus críticas. Pero mi política de paz ha estado acompañada de acción militar cuando toca» – Gustavo Petro Urrego, Presidente de Colombia
«Quienes no quieren la paz han recibido neutralización de sus combatientes por decenas, decenas de fusiles recuperados, incautaciones por miles de toneladas de cocaína. La mayor en la historia del mundo» – Gustavo Petro Urrego, Presidente de Colombia
«Lo primero es expresar una solidaridad a las víctimas de Guaviare, los niños asesinados, pero también en Mondomo, Cauca, a la policía que ha sufrido hostigamiento. Colombia necesita una política de seguridad que permita que la fuerza pública recupere plenas capacidades para controlar el territorio, para proteger a la población civil, pero también tenemos que construir oportunidades en el territorio, oferta de política social, conectividad, vías terciarias, acueductos» – Juan Manuel Galán Pachón, precandidato presidencial del Nuevo Liberalismo
«Sólo así podremos garantizar una seguridad duradera, estable, que garantice el bienestar y la tranquilidad, dándole prioridad a los niños, que constitucionalmente son la población que debe recibir toda la prioridad por parte de nuestra sociedad en la protección» – Juan Manuel Galán Pachón, precandidato presidencial del Nuevo Liberalismo
«LA SOLUCIÓN NO SON LOS BOMBARDEOS NI LAS BALAS. SÍ A LA FUERZA DE LA LEY, PERO CON ESTRATEGIA Y PRESENCIA DEL ESTADO(sic)» – Juan Manuel Galán Pachón, precandidato presidencial del Nuevo Liberalismo
«Lo ocurrido en Mondomo y en Guaviare es inaceptable. ¡Seis niños asesinados! Nuestros menores deberían crecer en seguridad, con nutrición, afecto y oportunidades. Para lograrlo, el Gobierno debe recuperar el control del territorio y llevar una política social real: vías de acceso, conectividad, acompañamiento a las familias y presencia permanente donde hoy solo hay abandono. Los niños deben ser, siempre, la prioridad de Colombia» – Juan Manuel Galán Pachón, precandidato presidencial del Nuevo Liberalismo
En conjunto, la cobertura de La Veintitrés Manizales observa que estas declaraciones hilvanan una narrativa compleja donde se combinan operaciones militares, cifras de acción antidroga y un claro llamado a priorizar a la infancia en la estrategia de seguridad nacional. El impacto inmediato apunta a la neutralización de combatientes y al reforzamiento del control territorial, pero el debate público se aviva en torno a cómo garantizar derechos fundamentales y bienestar social de manera sostenible, sin descuidar la protección de la ciudadanía civil ni la construcción de oportunidades en zonas históricamente desatendidas.

















