Un cantante vallenato, Alfonso Stummo, fue víctima del robo de su vivienda en Barranquilla, en el Barrio Tabor, al norte de la ciudad. El hurto incluyó dos relojes Rolex, varias cadenas, aretes y pulseras de oro y 7 millones de pesos en efectivo, y el valor total de lo robado supera los 100 millones de pesos. La fecha exacta del incidente no se especifica en el material disponible. Las pesquisas apuntan a una posible complicidad interna y a la destrucción del sistema de videovigilancia para dificultar las labores de las autoridades.
El robo ocurrió en una de las zonas más exclusivas de Barranquilla y, según la información, los intrusos accedieron al interior tras desactivar el sistema de grabación y forzar el paso hacia el walk-in closet, desde donde sustrajeron objetos de alto valor. El análisis preliminar indica que ingresaron sin dejar señales evidentes de violencia, lo que alimenta la hipótesis de conocimiento previo de la residencia. El caso forma parte de un contexto de incremento de la inseguridad en el país, donde han sido reportados robos a viviendas de artistas. En el registro de antecedentes se cita el episodio de Silvestre Dangond en Valledupar, en noviembre de 2023, cuando cuatro delincuentes desactivaron alarmas y emplearon llaves maestras. Recientemente, otros casos de figuras públicas, como Gigi Posada en La Calera y Lucas Arnau en Rionegro, amplían la narrativa de violencia contra la gente del espectáculo. En 2025, la Policía Metropolitana ha reportado más de 4.000 capturas y variaciones en distintos delitos durante Semana Santa frente a 2024, con reducciones en hurto a locales del 49%, robo de motocicletas del 19%, hurtos a personas del 89% y robos de motocicletas del 94%.
El contexto de seguridad y la respuesta institucional
La investigación está en manos de las autoridades competentes, que buscan esclarecer si existió una complicidad interna y de qué manera se desactivó el sistema de videovigilancia, así como la trazabilidad de los objetos robados y su posible venta en el mercado negro. El hecho reubica el caso en el marco de una discusión nacional sobre la seguridad de residencias en zonas consideradas exclusivas y la necesidad de reforzar mecanismos de monitoreo y respuesta ante incidentes en Barranquilla y otras ciudades.
«me robaron hasta el gato» – Gigi Posada, cantante y productor
Este episodio refuerza la preocupación por la seguridad de los artistas y residentes en Barranquilla, y señala la urgencia de medidas preventivas y una investigación exhaustiva para esclarecer responsabilidades y evitar que hechos como este se repitan en un entorno que, a pesar de su reputación, enfrenta retos de seguridad en 2025.

















