En la Base Aérea Marco Fidel Suárez de Cali, el 14 de noviembre de 2025 se firmó un acuerdo de compra de 17 aviones Gripen de Saab por parte del Gobierno de Gustavo Petro, valorado en 16,5 billones de pesos e integrado por 15 Gripen E monoplaza y 2 Gripen F biplaza, con entregas programadas entre 2026 y 2032. El hecho principal fue ensombrecido por la fuerte crítica de Enrique Gómez Martínez, jefe de debate de la precandidatura Abelardo de la Espriella, quien calificó al presidente Petro como “Hombre maligno, siniestro y habilidoso” durante una intervención difundida en redes sociales y entrevistas.
Gómez Martínez, descrito como el sobrino del líder conservador Álvaro Gómez Hurtado, llevó su acusación más allá al vincular la operación con supuestos intereses ocultos y relaciones cuestionables con Suecia, país al que atribuye alianzas históricas con la Farc y el ELN. Sus declaraciones, difundidas a través de redes y espacios mediáticos, sostienen que la negociación podría estar diseñada para favorecer redes fuera del marco institucional y para influir en la percepción internacional sobre grupos armados en Colombia.
La polémica estalla en medio de la contienda política y la mirada internacional
La operación, cuyo costo y componentes fueron divulgados por las autoridades, contempla 17 aeronaves Gripen, de las cuales 15 son E monoplaza y 2 son F biplaza, con entregas entre 2026 y 2032. En defensa de la transacción, el Ejecutivo sostiene que se trata de una operación transparente, con beneficios estratégicos de defensa y con transferencia tecnológica y vínculos industriales relacionados con proyectos energéticos. En ese marco, la conversación pública giró hacia posibles conflictos de interés y la credibilidad de las relaciones diplomáticas con Suecia, ante señalamientos de prensa y voces críticas en el espectro político.
«Hombre maligno, siniestro y habilidoso. Compra en Suecia, claro, por la comisión, pero eso es lo de menos. Compra en Suecia porque Suecia ha sido un país aliado de las Farc, históricamente, y del ELN», afirmó el sobrino del asesinado líder conservador Álvaro Gómez Hurtado.
En otro pasaje de sus intervenciones, Gómez Martínez denunció que Suecia podría otorgar cobijo a líderes de la guerrilla y facilitar que se creen ONG que financien lavado de dinero del narcotráfico, denuncias que atribuye a una estrategia para favorecer la imagen internacional de las Farc y el ELN, y para así afectar la narrativa sobre el conflicto en el país.
“Ha dado cobijo a los líderes de esta guerrilla. Les crea ONG y permiten que funcionen para el lavado de la plata del narcotráfico. ONG que vienen después al territorio colombiano a respaldar a la guerrilla, en lo jurídico, en lo social, en lo mediático, a generar todo tipo de denuncias a favor de la guerrilla”, insistió Gómez Martínez, que dejó entrever que tales organizaciones podrían influir en la percepción internacional.
“Esa es la estrategia: buscar que Suecia restrinja el uso para bombardeo táctico en tierra de los aviones Gripen. Y por eso es que sale de la nada a bombardear a Murdisco en el Guaviare, para generar precisamente ese efecto psicológico en Suecia, y que el contrato que firmen impida el uso pleno de estos aviones en la defensa del interés nacional”.
“Esos aviones nunca se van a entregar y la razón es clara. Primero, en Brasil, Embraer y Saab no han podido hacer las ampliaciones de mayores tanques de combustible para los Gripen. Y llevan solo ocho de los 48 aviones comprados por Brasil entregados”.
“O sea que Colombia va a recibir esos aviones posiblemente en 10 años. Mientras tanto, no tendrá al próximo Gobierno con qué luchar contra las Farc, contra el ELN, en los bombardeos tácticos en tierra dentro y fuera del país”.
“Las fundaciones, esas que apoyan a las Farc, gustosamente recibirán donaciones muy cuantiosas de los dueños de Saab y sus proveedores, que terminarán en los bolsillos de Gustavo Petro, Verónica Alcocer y de las Farc”.
“Esa es la verdadera estrategia del señor presidente de la República, que es el peor de los mentirosos que ha conocido la historia de Colombia y que, claro, quiere con Iván Cepeda que triunfen las Farc”.
Como parte de este marco, el contexto histórico indica que el Gobierno de Gustavo Petro ya había iniciado la adquisición de los Gripen para modernizar la Fuerza Aérea, sustituyendo la flota de Kfir. En este sentido, la actual controversia se inscribe en una coyuntura de disputas políticas y discusiones sobre la transparencia y la conveniencia de la inversión, más allá de la propia capacidad técnica de defensa que estos aviones podrían aportar.
La cobertura mediática también ha situando a Verónica Alcocer, la primera dama, en el centro de miradas internacionales después de un reportaje de Expressen sobre su vida en Estocolmo; el informe ha sido señalado por su coincidencia temporal con la firma del contrato, aunque no hay pruebas publicadas de vínculos directos con organismos sancionados por la Lista Clinton del OFAC, información que ha alimentado debates sin corroboración concluyente en los canales oficiales.
Defensa oficial y analistas señalan que el acuerdo no demuestra incumplimientos, mantiene la transparencia y responde a fines estratégicos frente a amenazas y capacidades regionales. Aseguran que la transferencia tecnológica y los acuerdos industriales pueden vincularse a proyectos energéticos y a una diversificación de capacidades bajo un marco normativo y contractual claro. Sin embargo, la controversia persiste, alimentada por la retórica de la oposición y por la lectura de actores internacionales sobre posibles conflictos de interés y presión mediática.
En este contexto, La Veintitrés Manizales continúa observando el desarrollo de la historia que mantiene a la opinión pública en un estado de creciente expectación, con la transferencia de tecnología y la evolución de las relaciones internacionales como elementos que podrían definir no solo la seguridad nacional, sino también el tono del debate político en las próximas semanas.

















