El debate sobre la preparación de los jóvenes para la universidad resurge en Colombia tras la publicación de los resultados del Icfes, poniendo el foco en la presión familiar, el bajo nivel de inglés y la posibilidad de una pausa planificada antes de matricularse. Este tema llega acompañando la lectura de expertos y organizaciones de formación que señalan la necesidad de fortalecer no solo las habilidades académicas, sino también la madurez emocional y la claridad vocacional de los jóvenes entre 18 y 20 años, quienes sueñan con acceder a carreras universitarias y, en muchos casos, a becas y oportunidades laborales internacionales.
La conversación cuenta con la mirada de Ana María Gordillo, Country Product Manager de EF, quien señala que la influencia de la familia en Colombia es determinante y que el tema no se reduce a estratos ni a colegios públicos o privados; son las experiencias cotidianas las que, a fin de cuentas, fijan el idioma. En este marco, EF propone una ruta de preparación de inglés que contempla una nivelación mediante clases locales o virtuales, la corrección de pronunciación y gramática, e incluso estancias cortas en el exterior para alcanzar niveles B1 alto o B2. Las rutas pueden presentarse como una pausa corta de semanas o meses, un intercambio de dos semanas o un programa de tres meses, encaminadas a jóvenes que se enfrentan a una competencia universitaria alta, como la que representa la Universidad Nacional. Estos hallazgos se sustentan en el informe de EF sobre el dominio del inglés y en la observación de 65ymás, que advierte que este grupo etario presenta un nivel ‘muy bajo’ de inglés; los datos y testimonios se alternan con aportes de Infobae Colombia y créditos de imagen de Colprensa y Freepik.
La pausa planificada y la ruta para el inglés ante un ingreso universitario exigente
Desarrollar un camino de preparación implica identificar factores desde las organizaciones de formación y orientación preuniversitaria y diseñar rutas de inglés que faciliten la toma de decisiones informadas. La ruta de nivelación con clases presenciales o virtuales, la corrección de pronunciación y gramática y las estancias cortas en el exterior buscan que los jóvenes alcancen un nivel de inglés B1 alto o B2, condición para ampliar sus oportunidades internacionales y para competir de forma más equitativa en programas y becas. En este contexto, las opciones contemplan fases variadas: una pausa corta de semanas o meses, un intercambio de dos semanas o un programa de tres meses, todo ello orientado a quienes aspiran a estudiar en la Universidad Nacional o en otras instituciones de alta demanda académica.
«En Colombia la familia influye un montón», dijo Ana María Gordillo, Country Product Manager de EF
«No es un tema de estratos ni de colegio público o privado», señaló Gordillo
«Las experiencias del día a día son las que fijan el idioma», recordó Gordillo
«Todos los caminos son válidos», afirmó Gordillo, siempre que la decisión se tome con evaluación y acompañamiento
En síntesis, este momento noticioso vincula factores emocionales, académicos, familiares y económicos con la decisión de matricularse de inmediato, y abre la puerta a una pausa planificada como mecanismo para aclarar motivaciones, fortalecer la madurez y mejorar la claridad vocacional. Si se logra un aprendizaje sostenido del inglés y se acompaña el proceso de decisión, las probabilidades de acceder a becas, prácticas y primeras oportunidades laborales internacionales pueden verse fortalecidas, dado que la competencia en inglés continúa condicionando las rutas hacia el exterior. Fuentes de datos como EF y 65ymás, junto con testimonios de Infobae Colombia y créditos de imagen de Colprensa y Freepik, respaldan la necesidad de mirar la situación con perspectiva y estrategia.

















