La euro abrió hoy en Colombia a 4.309,23 COP, con un alza de 0,07% frente a los 4.306,40 COP de la jornada anterior, y acumula una variación semanal de 0,78% mientras mantiene una volatilidad superior a la observada en el último año. Este comportamiento cambiario se registra en un contexto que la firma de análisis Corficolombia evalúa para 2025 y que Chilea a lectores de La Veintitrés Manizales, en medio de un panorama económico que influye directamente en las decisiones de la economía real del país.
En el frente macroeconómico, Corficolombia proyecta un crecimiento para 2025 de 2,6%, impulsado por el consumo privado y la inversión. Sin embargo, la firma advierte que existen riesgos que pueden moderar esa senda, entre ellos tensiones fiscales, riesgos en el sector energético, conflictos sociales y una mayor inseguridad, factores que podrían frenar el dinamismo de la economía. En su análisis se destaca un entorno externo caracterizado por un fortalecimiento del dólar y por presiones inflacionarias en Estados Unidos, agudizadas tras la victoria de Donald Trump, lo que alimenta la expectativa de tasas de interés más altas durante más tiempo. En lo local, la inflación mostró un descenso en 2024, pero podría enfrentar nuevos desafíos en la segunda mitad de 2025, acompañado de una depreciación cambiaria y de una mayor indexación de servicios, con una inflación que podría ubicarse cerca de 4% hacia finales de 2025. Sobre el sistema financiero, apuntan a una mayor resiliencia pese a incrementos en la morosidad y caídas en la rentabilidad, con una recuperación gradual prevista gracias a la reducción de tasas e incremento de inversión.
Proyección de 2025 y el entorno macro que mira Colombia
La visión de Corficolombia para 2025 sitúa a la economía colombiana en un camino de crecimiento moderado, sostenido por el gasto de consumo y la inversión, pero ensaya un marco de riesgos que incluye desequilibrios fiscales, desafíos en el sector energético, tensiones sociales y mayor inseguridad, factores que podrían entorpecer la trayectoria expansionista. En el plano externo, el fortalecimiento del dólar y las presiones inflacionarias en Estados Unidos, asociadas a la posible permanencia de tasas altas, alimentan la incertidumbre sobre la evolución de la economía mundial y su impacto en Colombia. A nivel interno, la baja de la inflación durante 2024 no elimina la posibilidad de nuevas presiones de precios, a la vez que la depreciación cambiaria podría trasladarse a los costos de servicios, elevando el reto para lograr una inflación en torno a 4% al cierre de 2025. En cuanto al sistema financiero, la entidad destaca cierta resiliencia pese al incremento de la morosidad y a menores márgenes de rentabilidad, con expectativas de una recuperación paulatina respaldada por recortes de tasas e incremento de la inversión, escenarios que la redacción de este medio analiza con especial atención para el año venidero.
No hay citas textuales en el material proporcionado. – Redacción, La Veintitrés Manizales
Para completar el marco, el reporte también recuerda el componente monetario del país. En Colombia circulan billetes y monedas de 50, 100, 200, 500 y 1000 pesos, con la moneda de 1000 pesos habiendo entrado en circulación entre 1996 y 2002; las monedas de 500 y 1000 pesos son bimetálicas para incrementar la seguridad y dificultar falsificaciones. Los diseños de todas las denominaciones rinden homenaje a la biodiversidad colombiana, destacando entre otros símbolos al oso de anteojos, la guacamaya bandera, la rana de cristal y la tortuga caguama, elementos que subrayan una identidad nacional que busca preservarse en medio de los vaivenes económicos contemporáneos.

















