Brasil adopta al Curupira como eje de su campaña ambiental
El Gobierno de Brasil comunicó que la figura del Curupira, personaje del folclore, será empleada como emblema de una iniciativa nacional orientada a la conservación y protección de ecosistemas.
La imagen describe a un Curupira como guardián de bosques y fauna. Se le presenta como un joven de pelo rojo y con los pies orientados hacia atrás, una particularidad que, según la tradición, sirve para confundir a cazadores y foráneos que penetran en su hábitat. También se le atribuyen silbidos prolongados, a menudo comparados con el sonido que se produce al caer una bomba, según testimonios orales.
La elección de esta leyenda, de origen indígena, pretende subrayar el respeto hacia la naturaleza y las comunidades que habitan esas zonas.
Un portavoz del Ministerio de Medio Ambiente explicó que el Curupira funciona como un vigilante que sanciona a quienes dañan el entorno forestal, y que, por su significado histórico, se le considera un referente de la conciencia ecológica anterior a la terminología contemporánea.
“La figura encarna un compromiso con la conservación de los bosques y de las especies que los habitan”
Portavoz del Ministerio de Medio Ambiente
La iniciativa busca vincular saberes culturales con prácticas de protección ambiental, promoviendo mensajes de cuidado entre comunidades y visitantes de los bosques.
Este texto se apega a una reconstrucción informativa de un mito y su implementación institucional, sin juicios de valor.

















