El Ministerio de Hacienda autorizó la conversión de Nueva EPS en una entidad de capital totalmente público, una decisión anunciada por el ministro de Salud, Guillermo Alfonso Jaramillo, en la cobertura de Caracol Radio, con la seguridad de que la medida contará con el respaldo de Germán Ávila, ministro de Hacienda, y de Cafam, Colsubsidio y Comfenalco, las cajas de compensación propietarias de la EPS, que aceptaron ceder sus acciones para avanzar hacia una figura pública.
La operación implica cambios en la escritura de constitución y la revisión de la estructura societaria para transitar de un modelo de propiedad privada con participación de las cajas de compensación a una entidad de capital público. El acuerdo alcanzado con las cajas de compensación, la aprobación de Hacienda y la modificación de la escritura serían los hitos para formalizar la transición. En palabras del ministro Jaramillo, la medida apunta a que la Nueva EPS cubra a la gran mayoría de los subsidiados y esté presente en prácticamente todo el territorio nacional. No obstante, el propio despacho indicó que, según el estudio inicial, solo dos pequeñas EPS que suman 320 mil afiliados no cumplen todavía con los requisitos para ser EPS, un detalle que condiciona el calendario de la reconfiguración. Además, ya se ha adelantado un estudio muy detenido por el ministerio y se anunció que se realizará una auditoría forense sobre la Nueva EPS para revisar posibles irregularidades en la facturación.
La conversación en torno a Nueva EPS se enmarca en antecedentes recientes, como la intervención de la Superintendencia Nacional de Salud en abril de 2024 y la referencia a Salud Mía de Bucaramanga como ejemplo de gestión eficiente. El Gobierno sostiene que la conversión podría ampliar la cobertura y facilitar el pago de deudas del sistema y las obligaciones pendientes con hospitales y proveedores, con la aspiración de regularizar pagos y fortalecer la red de salud. En Bogotá, la Secretaría de Salud advierte que la intervención ha sido nefasta para la red pública, con un aumento de deudas y atrasos en pagos, contrataciones y entrega de medicamentos, un escenario que alimenta el debate sobre la ruta de Nueva EPS en pleno.
Una ruta hacia una EPS de capital público y mayor cobertura
La medida busca, entre otros impactos, ampliar la base de afiliados y permitir al Estado gestionar de forma más directa los flujos de pago a hospitales y proveedores, consolidando una mayor cobertura para la población y un marco de gobernanza que reduzca vulnerabilidades financieras en el sistema. Aunque la ruta está condicionada a la aprobación de Hacienda y a la formalización de la escritura constitutiva, las autoridades señalan que la conversión podría marcar un cambio significativo en la manera en que se distribuyen los costos y se atiende a la ciudadanía en todo el país.
«Hemos llegado a un acuerdo con los socios, las cajas de compensación de Nueva EPS, ellos están de acuerdo en que la EPS se vuelva pública. Entonces vamos a tener un poco más de acciones. Ya eso se trabajó con Hacienda porque viene siendo el dueño de los activos y figura como propietario» – Guillermo Alfonso Jaramillo, Ministro de Salud
«La intervención de la Nueva EPS ha sido nefasta para la red pública de Bogotá. Las deudas con la red se triplicaron. Pasamos de una cartera de 35 mil millones a 90 mil millones» – Gerson Bermont, Secretario de Salud de Bogotá
El Gobierno adelantó que presentará próximamente un informe sobre posibles irregularidades en la facturación de Nueva EPS y que se continúa con un estudio y una auditoría forense para aclarar el manejo de la entidad. A falta de definiciones definitivas y de una fecha concreta para la implementación, la convergencia hacia una Nueva EPS de capital público figura como una apuesta para ampliar cobertura, ordenar deudas y reforzar la sostenibilidad del sistema de salud en el país.

















