Gustavo Petro, presidente de Colombia, afirmó que la Junta Directiva del Banco de la República no reconoce factores de oferta que mantienen estables los precios y que la alta tasa de interés real frena la reducción de precios. En mensajes difundidos en X y en entrevistas con outlets colombianos, el mandatario señaló que la tasa de intervención, fijada en 9,25%, está limitando la caída de la inflación pese al dinamismo de un crecimiento que, si bien se mantiene, depende en gran medida del consumo y de la demanda interna.
La discusión se enmarca en un debate sobre inflación, política monetaria y fiscal, con críticas y respuestas sobre la actuación del Banco de la República y su tasa de intervención. En este marco, Bibiana Monserrat Taboada, codirectora de la entidad, advirtió que la inflación no solo no ha disminuido sino que se ha incrementado, generando preocupación sobre si mantener las tasas en su nivel actual será suficiente. Añadió que para alcanzar la meta de inflación en un horizonte cercano es necesario actuar pronto, pues los efectos de la política monetaria se manifiestan con rezagos de un año o más. Subrayó que no es correcto afirmar que ante choques de oferta el banco central debe quedarse inactivo. Por su parte, Humberto Amín, concejal de Bogotá por el Centro Democrático, afirmó que mantener las tasas para controlar la inflación es una decisión acertada frente al que llamó populismo barato; Rusy Millán, economista, rechazó las afirmaciones de que existan shocks de oferta que estén impulsando la inflación hoy en Colombia; y Bibiana Taboada dejó entrever dudas sobre la necesidad de una expansión fiscal en este momento, tema que también ha sido objeto de observación por el politólogo Luis David Caro.
Inflación, crecimiento y el dilema entre políticas monetarias y fiscales
Entre las cifras relevantes, el PIB del tercer trimestre creció 3,4% anual, superando la proyección de 3% y alimentando la lectura de un crecimiento que todavía depende de la demanda interna más que de la inversión. La meta de inflación se mantiene en 3% anual, pero la proporción del IPC que crece a tasas iguales o superiores a esa meta alcanza el 60%. En el plano externo, las importaciones continúan ganando terreno frente a las exportaciones, la inversión sigue rezagada y el consumo sostiene la demanda interna, lo que refuerza la tesis de que la economía opera con desequilibrios estructurales que dificultan una caída rápida de precios y exigen coordinación entre políticas. La discusión también gira en torno a la interacción entre una política fiscal que algunos ven como procíclica y una política monetaria que actúa con rezagos, lo que eleva la incertidumbre sobre la sostenibilidad de las finanzas públicas y la posible prima de riesgo si no se corrigen desequilibrios.
«la mayoría de la junta del banco de la república aún no se ha dado cuenta de que hay factores de oferta que mantienen estables los precios sin dejarlos bajar» – Gustavo Petro, presidente de Colombia
En el frente político y académico, la conversación incluye a Bibiana Monserrat Taboada, quien insiste en que la inflación está lejos de la meta y que la política monetaria debe considerar la realidad fiscal expansiva. También se subraya que la inflación persiste incluso con crecimiento y que el costo de vida no muestra un descenso claro; el debate continúa entre quienes defienden la autonomía del banco central frente a presiones políticas y quienes señalan la responsabilidad de la política fiscal en la dinámica inflacionaria. En este marco, la participación de Luis David Caro, politólogo, y las respuestas de economistas como Russy Millán reflejan un intercambio público intenso que promete nuevos episodios a la espera de datos de inflación y crecimiento que acentúen o moderen las divergencias.
















