Alias Chuki, presunto integrante del grupo delincuencial El Ajizal, fue capturado en la vereda El Ajizal, Itagüí, Antioquia, cuando conducía una motocicleta robada. Intentó hacerse pasar por su hermano para evadir el control, pero fue identificado y detenido tras una intervención tecnológica y controles biométricos. La motocicleta fue recuperada y será devuelta a su propietario en las próximas horas; la operación tuvo especial seguimiento gracias a un rastreo en tiempo real de la placa mediante cámaras LPR y a una intercepción en La Curva de la Guitarra.
La detención se dio dentro de un marco de cumplimiento de un requerimiento judicial vigente por concierto para delinquir agravado, desplazamiento forzado, hurto calificado, extorsión y constreñimiento para delinquir. Tras la verificación de antecedentes y la biometría, alias Chuki quedó a disposición de la Fiscalía y un juez ordenó su traslado a un centro carcelario. Este arresto forma parte de una estrategia de seguridad para debilitar las estructuras criminales que operan en el Valle de Aburrá, especialmente las redes vinculadas a El Ajizal, que ha causado terror en Itagüí. Además, las investigaciones señalan nexos con la estructura La Unión, ampliando el alcance de El Ajizal, y se han identificado otros líderes como alias Bigotes, capturado en julio de 2025, señalado coordinador de zona y vinculado a delitos de concierto para delinquir, tráfico de estupefacientes, tortura y uso de menores. También se mencionan operativos previos, como la detención de cuatro integrantes en agosto por parte de Gaula (Giovani, Guache, Chandi y Verruga), fortaleciendo la conexión entre diversas células del grupo.
La ofensiva contra El Ajizal se intensifica en el Valle de Aburrá
El Ajizal es una estructura criminal que opera principalmente en la vereda homónima y se extiende a barrios de Itagüí; se le atribuyen extorsión, microtráfico, homicidios selectivos, desplazamiento forzado y amenazas. En su historial destacan golpes relevantes en 2016, cuando 31 capturados fueron señalados por cargos que iban desde concierto para delinquir y extorsión hasta desplazamiento forzado y tráfico de drogas. En agosto, Gaula detuvo a otros cuatro integrantes identificados como Giovani, Guache, Chandi y Verruga. En julio de 2025, alias Bigotes fue capturado, señalado como coordinador de zona, con delitos de concierto para delinquir, tráfico de estupefacientes, tortura y uso de menores. Se han identificado nexos con la estructura La Unión, ampliando el alcance de El Ajizal. Otro líder relevante, Juan Camilo García Saldarriaga, alias Chadu, fue capturado por orden de extorsión; se le atribuye haber ordenado el incendio de una persona que se negó a pagar “vacunas” (extorsión) y otros cargos (intento de homicidio).
Las autoridades señalan que la tecnología, el monitoreo y el patrullaje conjunto fueron determinantes para avanzar en la desarticulación de estas redes criminales.
Tras la captura de alias Chuki, la Fiscalía indicó que la motocicleta recuperada será devuelta a su propietario y que los operativos continuarán para debilitar las estructuras criminales en el Valle de Aburrá, con el objetivo de reducir la violencia y restablecer la tranquilidad en la región.

















