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En el Once: inercia y silencios

Por ESTEBAN JARAMILLO OSORIO

En el Once Caldas la vida continua. También los silencios.  El club picotea aquí y allá, pero nada concreta. La situación alarma por su inercia. No es para reírse, es para preocuparse.

 Frecuentes son los rumores, alimento predilecto de los periodistas especuladores, con mentiras y disparates del mercado.

 Muchos nombres se saborean, otros se rechazan, en la invisible operación de retoque, mientras se alejan en el retrovisor la tormenta y los desengaños de una temporada estéril.

 Bombardeo de noticias, sobre salidas y entradas, pero sin respaldo oficial. El silencio es permanente entre los dirigentes a sueldo, algunos de ellos tan prepotentes e ineficaces, con la complacencia de la cúpula.

 Nada se ha dicho, sobre el fracaso en los fichajes en el semestre actual y en el pasado.

 En Bogotá se habla de la llegada de Mateo García, quien tiene coqueteos con el club de sus amores Millonarios, desde el comienzo del año. Tiene contrato vigente por dos años con el Once. Millonarios ya hizo pública una oferta por un préstamo o por el 50 por ciento de sus derechos deportivos.

 En la agenda del Arriero Herrera, varios futbolistas están bajo la lupa tachados por su rendimiento y comportamiento: Malagón, Ibarguen y Quiñones, estos dos últimos con contratos vigentes.

 Robert Mejía de especial aporte, reconocido por la tribuna, no tiene ofertas para marcharse, pese a que tiene un acuerdo para su salida, si llega una oferta del exterior.

 Impetuoso, como de costumbre, James Aguirre dejó entrever su enojo y su intención de emigrar por las recriminaciones de los aficionados, inconformes con sus reacciones, lo que aceleró el proceso de compra de los derechos de Joan Parra- su sustituto- y la búsqueda de un nuevo portero. Pero cambió de parecer y desea mantenerse en el club.

 Sobre Dayro hermetismo total. De las gestiones para renovarlo poco se habla. En un mundo de especulaciones, nada se dice por prudencia o por ocultismo.

 Llama la atención, respecto al fracaso del año deportivo, la frescura y la obstinación con que se justifica. El manual de disculpas es insultante, desde el desplome en la copa ante los ecuatorianos.

 Fue una temporada fatal en todos los aspectos. Sin clasificación en las dos ligas, en la copa y en la sudamericana. Sin promoción de jugadores, ni resultados de vuelo en las divisiones inferiores. Sin figuración en el incipiente futbol femenino. Sin cupo a los torneos internacionales.

 El Once requiere un cambio de posturas: estabilidad de la nómina titular, mejor conducción táctica de Herrera, variantes en el juego y mejor rendimiento individual de los futbolistas.

Retoques coherentes de la nómina de acuerdo con las necesidades que permitan nuevas incorporaciones con calidad asegurada y compromiso profesional, sin desvalorizar con indisciplina la competencia.

P.D. La negativa de Alexis Henríquez para participar en la Copa La Patria Juan Augusto Jaramillo, no tiene una explicación lógica. El blanco siempre fue animador o campeón del torneo. Su presencia fue una forma grata de despedida del año ante la hinchada. Prefirió ampliar sus vacaciones y la de los futbolistas e irrespetar la historia.

Columna de opinión

Las opiniones expresadas en las columnas de opinión son de exclusiva responsabilidad de su respectivo autor y no representan la opinión editorial de La Veintitrés.

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