Empresas colombianas, lideradas por el presidente de la Andi, Bruce Mac Master, y el presidente de Fenalco, Jaime Cabal, presionan al gobierno de Gustavo Petro para evitar un aumento alto del salario mínimo en 2026, argumentando que el país no ha cumplido las metas económicas proyectadas a inicios de año. Ante la propuesta gubernamental de un 11 por ciento que elevaría el salario actual de 1.423.500 pesos a 1.580.085 pesos, los gremios empresariales advierten sobre los riesgos para la competitividad y el empleo formal, en medio de una inflación anual del 5,51 por ciento y una productividad cercana al cero.
La negociación formal del salario mínimo para 2026 inicia el 1 de diciembre de 2025 en la Comisión de Concertación de Políticas Salariales y Laborales del Ministerio del Trabajo, con una subcomisión de Productividad que arranca el 28 de noviembre y la publicación del IPC el 5 de diciembre. El plazo para llegar a un acuerdo es el 15 de diciembre, y de no lograrse, el decreto límite se emitiría el 30 de diciembre, posiblemente tras sesiones extraordinarias. En esta mesa de concertación participarán centrales sindicales, Fedesarrollo y representantes de entidades como el Dane, el Ministerio de Hacienda y el Banco de la República, con presentaciones clave sobre la coyuntura macroeconómica e inflación programadas para el 9 de diciembre.
Tensiones por la brecha de ingresos y el impacto económico
Los líderes empresariales destacan la gigantesca diferencia entre los ingresos promedio de los trabajadores formales, que rondan los 2.500.000 pesos, y los informales, cercanos a 1.040.000 pesos, como la verdadera causa de la iniquidad en Colombia. Más de tres millones de trabajadores dependen del salario mínimo, y el aumento del 9,54 por ciento aplicado en 2025 ya generó debates, pero la negociación actual se perfila aún más tensa debido a las metas económicas no cumplidas, una inflación superior a las proyecciones y la baja productividad. Fedesarrollo recomienda un ajuste moderado del 6 al 7 por ciento, mientras Fenalco califica la propuesta gubernamental de populista y amenaza con retirarse de la mesa.
“Es que hay una diferencia gigantesca entre los ingresos promedio de los trabajadores formales, que en Colombia ganan en promedio $2.500.000, y los trabajadores informales que ganan cerca de $1.040.000, y esa es la verdadera causa de la iniquidad en un país como Colombia”
Bruce Mac Master, presidente de la Andi
“Tratamos entre todos de tomar la mejor decisión posible para Colombia, teniendo en cuenta, por supuesto, el poder adquisitivo de los trabajadores colombianos, teniendo en cuenta la generación de empleo formal, que es la que realmente nos termina afectando a nosotros”
Bruce Mac Master, presidente de la Andi
El debate también aborda cómo el costo laboral incide en la inflación, que se mantiene fuera de las proyecciones para fin de año, y podría afectar el poder adquisitivo de los trabajadores así como la generación de empleo. Colombia no entra en las metas proyectadas, según Mac Master, quien enfatiza la necesidad de decisiones equilibradas que prioricen el empleo formal.
“sabemos que hay algunos productos en los cuales el costo laboral termina afectando la inflación que, por cierto, es una variable que en este momento está bastante fuera de las proyecciones que se habían hecho para fin de año”
Bruce Mac Master, presidente de la Andi
“Colombia no entra en las metas que se proyectaron a inicio del mismo año”
Bruce Mac Master, presidente de la Andi
Esta concertación resulta crucial para equilibrar el bienestar de los trabajadores con la sostenibilidad económica del país, en un contexto donde el impacto en la competitividad y el empleo formal podría definir el rumbo laboral de Colombia en 2026.

















