Por RAFAEL ZULUAGA VILLEGAS
Por estos días de mi sepulcral silencio, me he tomado la tarea de analizar, leer, estudiar, escuchar y ver las diferentes reacciones por la muerte trágica del senador Miguel Uribe Turbay. Su inmolación por fuerzas oscuras que lograron el sacrificio de un joven político, un novel congresista y aspirante a ser candidato a presidente por el partido Centro Democrático (CD), además de provocar indignación, también refleja el cinismo y la hipocresía de muchos personajes de la política colombiana los que, con sus aparentes lamentos, sólo muestran una doble faz. Esos falsos abrazos, cariños y besos a los deudos; los escritos, las entrevistas en la radio y en la televisión, luego de conocerse la noticia de la muerte de Uribe Turbay, no pasan de ser unas simples muestras de fingimiento de solidaridad. En contraste con esas zalemas, lo más grave fueron los mensajes insidiosos, tendenciosos e injuriosos que salieron a propalar los que reclaman paz y convivencia. Es la doble moral, rechazan el lenguaje violento, pero hacen lo contrario, llenos de odio para avivar el fuego. “Por sus hechos, los conoceréis”.
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El cinismo de las plañideras
Uno de los tantos casos de cinismo, pero patético, es el de las precandidatas presidenciales Mafe Cabal y Paloma Valencia, auténticas impúdicas, que se aprovechan del momento luctuoso por el que pasa la familia de Miguel Uribe Turbay. En los medios de comunicación y en las redes sociales se pronunciaron de forma lastimera, tal cual plañideras, y no desperdiciaron micrófonos, cámaras y redes sociales también para lanzar improperios contra el gobierno para hacer campaña política mediante el aprovechamiento del dolor ajeno. Afortunadamente los colombianos que ya las conocen, no les creen sus falsarios mensajes, pues no hay sinceridad en ellas, cuando de todos es conocido que no lo querían, fueron las que excluyeron a Miguel Uribe, por ser su más fuerte contrincante entre los cinco aspirantes por la candidatura a la presidencia por el Centro Democrático. Nunca se referían en buenos términos a él, lo criticaban en todo momento por celos, toda vez que era el preferido del jefe de esa organización, el hoy condenado Álvaro Uribe Vélez.
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Los verdaderos magnicidios
Discrepo de quienes llenan de desmedidos elogios al extinto Miguel Uribe Turbay. No merecía una muerte trágica, en eso coincido, como tampoco la han merecido miles de colombianos, sea de derecha o de izquierda, que han sido asesinados vilmente y quedan en el anonimato porque no tienen apellido y clase. Considero que el joven Uribe era un congresista común y corriente, nunca un líder destacado, influyente e imprescindible como lo quieren hacer ver los políticos de su grupo y afines, y los grandes medios de comunicación. Eso de convertirlo casi en un héroe o mártir de la democracia es lo más exagerado, empezando porque era un novato senador, no era un líder que arrastrara masas, no tenía el talante para ser presidenciable, y aún no era candidato oficial, ni siquiera tenía la estructura mental, ni estatura intelectual y política como para que lo enaltecieran y casi que inmortalizaran. Por eso, me aparto de reconocer el crimen como un magnicidio. Esta connotación no viene al caso. Magnicidios los cometidos contra Rafael Uribe Uribe en 1914, Jorge Eliécer Gaitán en 1948, Jaime Pardo Leal en 1987, Luis Carlos Galán en 1989, Bernardo Jaramillo Ossa y Carlos Pizarro León Gómez en 1990, Álvaro Gómez Hurtado en 1995. No hay punto de comparación.
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“No hay muerto malo”
A propósito de tantas exaltaciones, tantas adulaciones, tantos y exagerados honores, traigo a colación la expresión: «no hay muerto malo». Esto significa que, al fallecer una persona, la gente tiende a olvidar sus defectos y a resaltar sus pocas virtudes, hasta se las inventan también. Esa es la reacción humana al pretender enaltecer a los difuntos con algún cariño para lavar la otra imagen que se tenía de ellos en vida. Es una expresión popular que refleja la forma en que la falsa sociedad se comporta frente al duelo. Al morir cualquier persona, el dolor de la pérdida siempre lleva a recordar solo lo positivo de la persona, y a ocultar las fallas, errores y conductas del fallecido. Es la total hipocresía de la naturaleza humana y su afán por idealizar a los difuntos, para convertirlos en seres perfectos e infalibles, casi que en inmortales. Cualquier parecido con la realidad es pura coincidencia.
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Pildoritas políticas de Politicón
**** No encuentro el motivo para ensalzar a personajillos pendencieros, burleteros y humillativos. Eso de brincar de alegría y celebrar decisiones antipopulares, es lo más ruin de un ser humano. Eso nadie lo olvida. Se tenía que decir, y se dijo, duélale a quien le duela.
****La librería Latina, tras 40 años de existencia, arrasada por el incendio del pasado lunes en el centro de la ciudad, resurgirá entre las cenizas como el Ave Fénix. Este es el propósito que se han trazado familiares y amigos de los propietarios afectados. Por eso han emprendido una campaña de solidaridad para reabrir la conocida librería.
****Chascarrillo ajeno: “Gritan fuera Petro, fuera Petro; pero Petro está afuera, el que está adentro o encerrado o encanado es Álvaro Uribe”.
****La opinión ajena: “No entiendo eso de convertir el capitolio donde fue velado Miguel Uribe, en estudio de televisión. Entrevistas con el ataúd de fondo y las narraciones de lo que allí sucedía como si fuera un espectáculo de fútbol o una alfombra roja. El “periodismo” en decadencia”: Mónica Rodríguez @MONYRODRIGUEZOF
**** “No hay ninguna evidencia que indique, por ahora, lo dejo con puntos suspensivos, porque sé que no hay una investigación terminada, que sea el odio político el que ha matado al senador Miguel Uribe Turbay. Y por tanto hay un delito contra nosotros andando, los que afirman que este presidente, la UNP que no tenía el cuidado del senador, que lo complementaba, y la policía nacional, son responsables. Los responsables apuntan hacia otro lado. Y por tanto he decidido defenderme, porque un presidente no debe admitir el delito, delito que además está buscando más crímenes por odio, ahí sí”: Gustavo Petro, Presidente.
**** “Necesitan los muertos para justificar los actos de guerra, necesitan la guerra para justificar su política, y necesitan la política para perpetuar su impunidad”: Jaime Garzón, periodista y humorista.