Se instalarán reductores de velocidad, bordillos de concreto y nueva señalización en un sector crítico por alta circulación de motocicletas
Las obras buscan reducir riesgos para peatones, niños y demás actores viales, tras un proceso de diálogo con la comunidad
En respuesta a una problemática crítica de seguridad vial, la Secretaría de Movilidad ejecuta un plan de intervención en el barrio Arrayanes, orientado a frenar los excesos de velocidad de motociclistas que utilizan una pendiente pronunciada de la calle 37A para circular a altas velocidades. Las medidas se sustentan en quejas ciudadanas y visitas técnicas realizadas en el sector, donde se evidenció un riesgo constante para peatones, menores de edad y otros actores viales.
El proyecto contempla la instalación de dos reductores de velocidad, refiriéndose a estructuras elevadas en el pavimento que obligan a los vehículos a disminuir su velocidad y dos bordillos de concreto, que funcionarán como obstáculos físicos para restringir el paso de motocicletas por rutas no autorizadas. Además, se renovará y reforzará toda la señalización del sector, tanto vertical (señales de tránsito en postes) como horizontal (pintura en el suelo), junto con la reposición de elementos especiales que ordenan el tráfico, como tachas reflectivas o separadores.
“Este tipo de intervenciones nacen del diálogo con la comunidad y del análisis técnico en terreno. Controlar los excesos de velocidad en zonas residenciales es una necesidad que exige acciones puntuales para proteger la vida”, señaló el secretario de Movilidad, Juan Felipe Álvarez Castro.
Para mitigar afectaciones a la movilidad, se diseñó un plan de manejo de tránsito que prioriza los cierres parciales. Además, se definió una ruta alterna para quienes transitan desde la calle 37 hacia la 37A: deberán girar a la derecha en la carrera 29, continuar por la calle 36A e incorporarse a la calle 37 desde la carrera 32A. La reconfiguración garantiza continuidad en la circulación, amplía el recorrido y desincentiva el uso como vía rápida y, reduce los riesgos por alta velocidad.
Las obras están proyectadas para ejecutarse en un periodo de 4 a 5 semanas, dependiendo del clima y contarán con materiales de alta durabilidad como concreto reforzado, pintura reflectante y antideslizante, lo que garantizará su seguridad. La Unidad de Gestión Técnica de la Secretaría supervisará de cerca el proceso para asegurar que cada paso cumpla con las especificaciones técnicas requeridas.
La intervención da respuesta a una situación puntual que afecta a la comunidad de Arrayanes y forma parte del compromiso por lograr una movilidad más segura, cercana a las necesidades de los barrios y con un mejor uso del espacio público.
Fuente: Centro de Información de la Alcaldía de Manizales