En la madrugada del viernes 26 de diciembre de 2025, José Miguel Mojica Conchangui, líder social del pueblo indígena Wiwa e hijo de un mamo de la comunidad Siminque, fue asesinado en la vereda Mucura, zona rural de Riohacha, en La Guajira. Según reportó el Instituto de Estudios para el Desarrollo y la Paz (Indepaz), hombres armados lo retiraron de su residencia durante una celebración navideña familiar y lo ejecutaron a pocos metros del lugar, disparándole en reiteradas ocasiones delante de su esposa e hijos, quienes insistieron para que no fuera ultimado.
Este crimen se enmarca en una persecución sistemática que el linaje de la comunidad Siminque ha sufrido durante 30 años por parte de actores armados ilegales, lo que ha generado desplazamientos forzados constantes. La Defensoría del Pueblo había alertado meses atrás sobre amenazas permanentes contra comunidades indígenas y campesinas en las estribaciones de la Sierra Nevada de Santa Marta, incluyendo núcleos cercanos como Guamachal, Siminque, La Laguna y Sabana Joaquina en San Juan del Cesar, donde ahora reina el miedo a nuevas incursiones violentas.
Escalada de violencia contra defensores de derechos humanos
Indepaz detalló en un comunicado los pormenores del ataque, subrayando la brutalidad del hecho perpetrado en un momento de festejos familiares. Este asesinato se suma a la trágica cifra de 185 líderes sociales y defensores de derechos humanos ultimados en Colombia durante 2025, evidenciando una escalada alarmante de violencia en regiones como La Guajira.
“José fue retirado de una celebración navideña en la vereda Mucura por hombres armados y, a pocos metros del lugar y delante de su familia, fue asesinado”
Instituto de Estudios para el Desarrollo y la Paz (Indepaz)
La muerte de Mojica Conchangui genera profunda consternación en el pueblo Wiwa y clama por una respuesta urgente de las autoridades para proteger a los líderes indígenas y frenar la impunidad que alimenta este ciclo de terror en el norte del país.

















