En la tarde del lunes 10 de noviembre, dos hombres en motocicleta se acercaron y canjearon un ataque contra Daigmar Moraima Plasencia Ortega, de 23 años, frente al club recreacional Paz y Futuro, a la salida de El Zulia, Norte de Santander. La víctima iba acompañada por su hijo de 7 años, y se encontraba rodeada por su hermana y sobrinos cuando recibió varios disparos. Fue trasladada de urgencia al hospital municipal, donde falleció minutos después.
Testigos citados por Vanguardia indicaron que al menos nueve disparos impactaron a Daigmar, y los agresores huyeron del lugar tras el ataque. La Fiscalía abrió una investigación para esclarecer los motivos y, de momento, no se ha podido confirmar si se trata de un feminicidio. El hecho dejó tres menores huérfanos y ha generado un rechazo general en la comunidad, que exige respuestas y medidas contra la violencia hacia las mujeres en la región. Norte de Santander figura en el contexto nacional por la escalada de violencia contra las mujeres, y la familia de Daigmar ya había enfrentado duelos, incluida la muerte de la madre de la joven por cáncer el 8 de marzo de 2025.
La violencia de género en Norte de Santander y la respuesta de las autoridades
«Nuestra ciudad como muchas otras en el país está cansada del maltrato, el abuso, y el feminicidio (…) Hemos ofrecido $20.000.000 millones de recompensa contra el feminicida de Nelcy a quien esperamos tener pronto tras las rejas» – Julián Sánchez Perico, alcalde de Soacha
Este trágico hecho reaviva el debate sobre la seguridad y el respeto a las mujeres en Norte de Santander, dejando a tres menores en situación de orfandad y reforzando la preocupación de la comunidad ante la violencia de género en la región. Las autoridades reafirman su compromiso con la investigación y con medidas de protección para las víctimas, mientras la población reclama acciones concretas para prevenir tragedias similares en el futuro.
