Las autoridades sanitarias y el Ministerio de Justicia y del Derecho han emitido una advertencia urgente sobre la circulación de licor adulterado con metanol en el mercado colombiano, especialmente durante las celebraciones de diciembre, cuando el consumo de alcohol aumenta por la búsqueda de opciones económicas. Esta alerta, respaldada por la Alcaldía de Medellín y la Gobernación de Boyacá, busca prevenir riesgos graves para la salud pública al recomendar inspeccionar cuidadosamente empaques, sellos, etiquetas y el contenido a contraluz, además de evitar compras en vía pública o de productos artesanales.
El incremento en el consumo de bebidas alcohólicas durante esta temporada navideña ha propiciado un mayor riesgo de intoxicaciones, como lo reflejan las cifras alarmantes de un estudio sobre mortalidad por sustancias psicoactivas entre 2013 y 2022, que registra 51.405 casos de muertes, de las cuales el 79 por ciento, es decir, 40.399, están relacionadas directamente con el alcohol. El licor adulterado, que contiene metanol proveniente de alcoholes industriales mediante procesos de alteración en la destilación y la base etílica, puede causar ceguera, secuelas neurológicas y hepáticas irreversibles, e incluso la muerte, con síntomas iniciales como dolor de cabeza intenso, visión borrosa, vómito y convulsiones.
Cómo detectar y evitar el licor adulterado
Para identificar bebidas seguras, las autoridades aconsejan verificar que la botella no presente signos de manipulación o golpes, que la tapa esté firme, los sellos intactos, y las etiquetas incluyan fecha de vencimiento y registro Invima. Se debe desconfiar de precios sospechosamente bajos y, tras el consumo, destruir la etiqueta como medida adicional de control. Estas recomendaciones buscan mitigar el impacto del alcohol en la salud pública, subrayado por el estudio de mortalidad que evidencia su rol predominante en las muertes por sustancias psicoactivas.
En un contexto donde las fiestas de fin de año impulsan compras impulsivas, esta campaña de prevención invita a los colombianos a priorizar la seguridad sobre el ahorro, recordando que el metanol no solo amenaza la visión y el hígado, sino que puede derivar en emergencias fatales evitables con simples inspecciones previas al consumo.
