La película «Ay hombe», dirigida por Daniel Bautista y con la destacada participación actoral y musical de Diomedes Díaz, estrenada en abril de 1984 en el Teatro Colsubsidio de Bogotá durante el primer Festival de Cine de la ciudad, ha resurgido como una pieza de culto en la memoria audiovisual colombiana tras años de escasa circulación y distribución limitada. Esta obra, coescrita por Antonio Cruz, narra un amor prohibido en el trópico colombiano, tejiendo anécdotas y costumbres vallenatas con una narrativa que fusiona el cine y el vallenato, mostrando la diversidad artística del Caribe. El reparto incluye nombres como Colacho Mendoza, Ignacio Hijuelos, Matilde Suescún, Luz Nelly Díaz, Jaime Fernández y Carlos Maldonado, quienes aportaron al encanto folclórico de la producción.
La banda sonora, lanzada un año antes en 1983 bajo el sello CBS, se convirtió en un pilar fundamental con interpretaciones originales de Diomedes Díaz junto a Jorge Oñate, Los Hermanos Zuleta y Los Betos, incluyendo temas emblemáticos como «Tu serenata», «La juntera» —interpretada por Díaz y Mendoza—, «Diana», «Déjenme quererla» y «Calma mi melancolía», con composiciones de Calixto Ochoa, Gustavo Gutiérrez y Marcos Díaz. La dirección musical estuvo a cargo de Gabriel Muñoz C., Jaime Hernández y Kike Fernández, lo que enriqueció las escenas musicales que capturaron la atención del público.
Éxito de taquilla frente a críticas demoledoras
A pesar de su circulación restringida que la ha convertido en un desafío para coleccionistas y archivos, «Ay hombe» logró un inesperado éxito de taquilla, impulsado por la positiva respuesta del público a las escenas musicales, aunque la crítica fue implacable. Su relevancia actual radica en el valor simbólico que representa en la relación entre música y cine en Colombia, preservando la esencia del vallenato en el séptimo arte.
“Nadie pensó que Ay hombe fuera a tener el éxito de taquilla que se ha visto. Eran tan evidentes las fallas de la película que la crítica no dudó que sería rechazada por el público, aun por el más ignorante en cuestiones cinematográficas”
Hernando Martínez Pardo, reseñista en Semana
“Aunque tratáramos de ser condescendientes, esta película no pasaría un examen elemental a nivel de su estructura narrativa”
Gilberto Bello, El Espectador
“En esta película el espectador ríe nerviosamente de vergüenza, llora de rabia y canta de felicidad cuando por fin se acaba… La verdad es que una realización como Ay hombe no debería caber en una columna de cine. Se registra, sin embargo, como se registran las catástrofes naturales”
Ignacio Zuleta, El Tiempo
Esta disparidad entre la acogida popular y las reseñas adversas subraya el encanto único de «Ay hombe» como un fenómeno cultural que trasciende las convenciones cinematográficas, consolidándose hoy como un tesoro del patrimonio vallenato y colombiano.
