El Banco de la República alertó sobre un repunte inflacionario en 2025, atribuido principalmente a un auge en la demanda interna, la indexación de precios y salarios, incluyendo incrementos del salario mínimo que superaron la inflación, lo que complica alcanzar la meta del 3% hasta el segundo semestre de 2027. Este diagnóstico se desprende del análisis “Desempeño y perspectivas de la economía colombiana”, presentado por expertos como Jorge Toro y Juan Esteban Carranza, con datos actualizados hasta noviembre de 2025 y el reciente ajuste de la tasa de interés en abril de ese año.
La inflación en 2025 registró un 5,5% en octubre y 5,3% en noviembre, tras tocar un mínimo de 4,8% en junio, interrumpiendo la tendencia descendente observada en 2024, cuando cayó del 9,3% en diciembre de 2023 al 5,2% al cierre del año. El crecimiento del PIB en 2025 mostró variaciones trimestrales con un 2,7% en el primero, 2,5% en el segundo y 3,4% en el tercero, estimando un cierre anual en 2,9%, superior al 1,6% de 2024 y al 0,7% de 2023. La tasa de interés se redujo de 9,5% a 9,25% en abril de 2025, mientras el desempleo en octubre se situó en 8,8% a nivel nacional y 8,5% en las zonas urbanas, en un contexto de consumo público que creció un 15,2% en el tercer trimestre.
Factores detrás del repunte y proyecciones económicas
El crecimiento económico estuvo liderado por el sector terciario, el agro y la industria manufacturera, acompañado de importaciones que aumentaron un 10% anual, ampliando el déficit comercial, y una reducción en la informalidad gracias al empleo asalariado. Sin embargo, los incrementos salariales superiores a la inflación elevaron las referencias nominales para los precios, generando rigidez en la canasta familiar.
“La gran mayoría de los rubros de la canasta familiar explican la rigidez inicial de la tasa de inflación anual y sus incrementos recientes”
Banco de la República
“Este repunte se produjo a pesar de una política monetaria que ha permanecido en terreno contractivo, pero que se ha visto enfrentada a un crecimiento significativo de la demanda interna, impulsado por el aumento del gasto privado y público”
Banco de la República
La Junta Directiva del Banco enfatizó la necesidad de mantener una postura contractiva ante la inflexibilidad de la inflación básica, sin alimentos ni regulados, como síntoma de indexación y fortaleza demandante, limitando cualquier relajamiento prematuro de la política monetaria y proyectando la convergencia a la meta del 3% solo desde el segundo semestre de 2027.
“La Junta ha destacado que el incremento de la inflación total y la inflexibilidad de la inflación básica sin alimentos ni regulados revelan síntomas de indexación de precios y de fortaleza de la demanda interna que requieren ser enfrentados con una postura contractiva de la política monetaria”
Banco de la República

















