Barras bravas causan invasiones y suspensiones en estadios colombianos durante 2025

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Durante el año 2025, las barras bravas del fútbol colombiano protagonizaron una serie de disturbios violentos en varios estadios del país, marcados por invasiones de campo, peleas internas entre hinchas y suspensiones de partidos que alteraron el normal desarrollo de las competencias. Entre los episodios más destacados se encuentra la batalla campal en la final de la Copa Colombia disputada entre Deportivo Independiente Medellín y Atlético Nacional, donde la confrontación duró cerca de 10 minutos e involucró invasiones a la gramilla occidental, lanzamientos de objetos como una nevera hidratante y la intervención del árbitro Wilmar Roldán para suspender temporalmente el encuentro.

Los incidentes comenzaron en febrero de 2025 con invasiones y desórdenes en partidos como el de Deportes Quindío contra Internacional de Palmira en su estadio local, Real Cartagena ante Real Cundinamarca en el Jaime Morón de Cartagena, y Atlético Nacional frente a La Equidad el 2 de febrero en El Campín de Bogotá, donde se registraron cuatro expulsiones por gresca entre jugadores y una pelea interna en la tribuna sur. Más adelante, en la fecha 17 de la Liga BetPlay I-2025, hinchas de Unión Magdalena protagonizaron invasiones en el estadio Sierra Nevada de Santa Marta durante su duelo contra Once Caldas. Estas acciones incluyeron exhibiciones de pancartas de descontento contra los directivos de Dimayor, peleas con vallas, palos, tubos de PVC y objetos cortopunzantes, así como destrozos en infraestructura, lo que obligó a la intervención de la Unidad Nacional para la Gestión del Riesgo de Desastres (UNDМО) mediante el uso de explosivos para controlar las masas.

Reincidencia y descontento de las barras involucradas

Las barras implicadas fueron la “Artillería Verde” de Deportes Quindío, “Revelión Auriverde” de Real Cartagena, así como hinchas de Atlético Nacional, Unión Magdalena y Deportivo Independiente Medellín, motivados principalmente por el descontento con los resultados deportivos, diferencias internas en sus grupos y la gestión de Dimayor. En el caso de Real Cartagena, un barrista terminó atrapado en un contenedor de basura durante los altercados, que también causaron daños en la infraestructura urbana cercana. Unión Magdalena acumula reincidencia con invasiones previas, similar a lo ocurrido en la final de la Copa Colombia 2024 en Cali, donde se impusieron seis jornadas sin público como sanción.

El impacto de estos eventos fue significativo: la premiación de la final de Copa 2025 se canceló por completo, hubo heridos por armas cortopunzantes, y las autoridades activaron prohibiciones a las barras, procesos judiciales y multas por parte de Dimayor. Los comités de Convivencia y Seguridad han anunciado sanciones leves, como posibles tres fechas de cierre de tribunas para Unión Magdalena, en un intento por mitigar la violencia que amenaza la integridad del fútbol profesional colombiano.

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