En la noche de la tercera fecha de los cuadrangulares BetPlay II-2025, un hecho violento ensombreció el estadio Jaime Morón León de Cartagena cuando un barrista del Real Cartagena quedó atrapado dentro de un contenedor de basura lanzado desde la tribuna sur por hinchas durante disturbios entre la hinchada local y la del Real Cundinamarca. El encuentro, que en el momento de la acción mostraba un marcador en cero, se paralizó alrededor del minuto 88 y, tras la intervención de la Policía y la Undmo, se reanudó para completar los minutos que quedaban. Todo ello se dio en un contexto de daños a la infraestructura del estadio y de ataques fuera de sus instalaciones, concretamente en la avenida Pedro de Heredia, donde un bus del sistema TransCaribe recibió piedras y terminó con vidrios estallados, dejando atemorizados a choferes y pasajeros.
La secuencia de hechos dejó claro que hubo invasión de cancha y lanzamiento de objetos desde la tribuna sur, además del macabro episodio de un contenedor arrojado que atrapó al barrista dentro de la zona baja de la misma tribuna. A la hora de los hechos, participaron operativos de la Policía y la Undmo para contener la arremetida y permitir que el partido continuara, que fue suspendido alrededor del minuto 88 y, posteriormente, reanudado para completar los minutos restantes con la presencia de los cuerpos de seguridad y personal médico atento a cualquier eventualidad. En lo deportivo, el encuentro continuó tras la interrupción, con jugadores de Real Cartagena y Real Cundinamarca en el césped pese a la tensión reinante, y el público de ambos equipos fue testigo de una noche que incluyó daños a asientos, escaleras y barandas.
Disturbios en Jaime Morón León dejan un barrista atrapado y desencadenan sanciones
Las autoridades, ante los hechos, anunciaron sanciones severas y una denuncia penal para esclarecer responsabilidades. Se confirmó que la barra Rebelión Auriverde Norte, identificada como responsable de los desórdenes, enfrentará una prohibición de ingreso al estadio Jaime Morón por dos años, una medida que busca evitar que hechos de violencia similares se repitan en futuros encuentros. Paralelamente, se abrió una denuncia ante la Fiscalía para identificar y castigar a los líderes y asistentes que promovieron la violencia, con el objetivo de avanzar en procesos penales contra quienes resulten responsables. El impacto de la jornada también se sintió fuera del estadio, donde el ataque al bus de TransCaribe dejó a su chofer y a los pasajeros temblando y preocupados por la seguridad vial de la zona de Avenida Pedro de Heredia.
«Tuve que pararme de la silla y esconderme con los usuarios… casi nos matan» – Chofer de TransCaribe
La respuesta institucional no tardó: la Alcaldía de Cartagena, la Secretaría del Interior y la Policía Metropolitana emitieron comunicados anunciando sanciones y reforzando la vigilancia en eventos futuros, con especial énfasis en penalizar a quienes incitan a la violencia. En el balance de la jornada, el club local y las autoridades reconocen el riesgo que este tipo de disturbios genera para aficionados, personal de seguridad y conductores de servicios de transporte público, así como el daño directo a la infraestructura del estadio y a la convivencia ciudadana. Este episodio se inscribe en un patrón de violencia en eventos futbolísticos que ha llevado a autoridades a endurecer medidas disciplinarias y a activar trámites penales para identificar a los responsables y evitar que se repitan situaciones de riesgo para la seguridad pública y el deporte en la región.

















