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Benedetti, Sarabia y el derrumbe de dos alfiles de Petro

Sarabia y Benedetti
Foto: Portafolio
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Grabaciones filtradas y denuncias de corrupción sacuden al gobierno colombiano

En los últimos días, el caso que más resuena en el ámbito político de Colombia está relacionado directamente con el presidente Gustavo Petro, su ex jefe de Gabinete Laura Sarabia y el ex embajador en Caracas  Armando Benedetti, a raíz de la divulgación de unas grabaciones en las que se escucha a éste realizando diferentes afirmaciones que involucran directamente la campaña del actual presidente de la república.

El inicio de esta polémica se remonta al año 2020, cuando el entonces senador Armando Benedetti anunció su salida del Partido de la U junto con su compañero Roy Barreras, argumentando que no se sentían cómodos siendo militantes de un partido sin una postura clara. “Uno no puede estar en un partido que no es ni oposición ni gobierno, que no ayuda a la paz, que no ayuda a la renta básica, que no ayuda a la microempresa”, afirmó en su momento el congresista.

Posteriormente, antes de finalizar el año, el senador Benedetti anunció que se uniría al partido Colombia Humana y que apoyaría la aspiración a la presidencia del líder de ese movimiento político, Gustavo Petro. Las críticas por parte de la opinión pública no se hicieron esperar, ya que era recordado que tanto Benedetti como Barreras habían pasado por el Uribismo y el Santismo, y ahora se encontraban en las filas del Petrismo.

Con el inicio de la campaña “Petro Presidente”, el senador Armando Benedetti tuvo la responsabilidad de liderar y fortalecer la Colombia Humana en la Costa Caribe colombiana, junto con el diputado Nicolás Petro. Meses después se pudo observar la cercanía de Benedetti con el entonces candidato Gustavo Petro, y se conoció que era uno de los principales estrategas y líderes de esta campaña que día a día tomaba más fuerza y que logró obtener la victoria en 2022, convirtiendo a Petro en el primer presidente de izquierda en la historia de Colombia.

Con el inicio de un nuevo proyecto político, el país estaba a la expectativa de los nombramientos del presidente electo. Algunos rumores empezaban a salir a la luz pública, mientras otros hacían pronunciamientos y enviaban indirectas a través de los medios de comunicación. Tal fue el caso de Armando Benedetti cuando manifestó: “Me gustaría un ministerio, seguramente voy a estar cerca de Petro en Palacio”. Días después, el mismo exsenador comunicó en su cuenta de Twitter que le habían encomendado la tarea de ser el embajador de Colombia en Venezuela.

La otra protagonista de esta historia, Laura Sarabia, para muchos desconocida hasta el 8 de agosto de 2022, cuando fue nombrada por Gustavo Petro como Jefa de Gabinete, iba a ser la encargada de estar con el presidente en todo momento y convertirse en su mano derecha. La politóloga de 29 años lideró la agenda del candidato a la presidencia y las estrategias de comunicación durante la campaña, en colaboración con Armando Benedetti, quien había sido su jefe en el pasado.

El florero de Llorente

Todo parecía transcurrir sin sobresaltos cuando a finales de mayo de este año, se conoció una denuncia pública a través de la Revista Semana por parte de la señora Marelbys Mesa, quien se desempeñó como niñera del hijo de la jefa de gabinete, Laura Sarabia. En dicha denuncia, expresó haber sido trasladada a un edificio de la Casa de Nariño para ser sometida a una prueba de polígrafo debido a la pérdida de un maletín con aproximadamente 7,000 dólares en efectivo del apartamento de la funcionaria de la Presidencia de las República. La denunciante además expresó que fue retenida durante varias horas en ese lugar sin poder comunicarse con nadie, ya que le habían confiscado el celular durante el procedimiento a cargo de miembros activos de la Policía Nacional.

El 31 de mayo, el periodista Daniel Coronell, tras una denuncia de dos fuentes anónimas, sumó un nuevo nombre a este escándalo, también muy cercano al gobierno. Según su investigación, uno de los responsables de toda la situación que se estaba presentando era el embajador de Colombia en Venezuela, Armando Benedetti, quien además, después de recomendar a Marelbys Mesa a Laura Sarabia, la habría chantajeado para evitar la divulgación de este escándalo. “Acabo de hablar con Vicky, después de lo que me dijiste sobre la Mari… tenías razón. Es posible que se pueda evitar esa circunstancia… ojalá entiendas el sentido de este mensaje”, fue uno de los mensajes enviados por Benedetti a Sarabia.

Con los nombres de estos dos altos funcionarios involucrados en este problema, se esperaba la decisión que tomaría el Presidente Petro, ya que su gobierno atravesaba quizás la peor crisis en los 10 meses que llevaba siendo el primer mandatario de los colombianos. Días después, la Fiscalía General de la Nación, que desde el momento del escándalo empezó a investigar la situación, reveló que la señora Marelbys Mesa no solo había sido sometida a la prueba de polígrafo, sino que también habían intervenido su línea telefónica y la de otra de sus compañeras que trabajaban para Sarabia en su residencia.

Esta situación no solo puso en el ojo del huracán a los dos implicados directamente, sino a todo el gobierno. Por esta razón, el 2 de junio, el presidente Petro anunció durante la ceremonia de ascensos militares que Laura Sarabia y Armando Benedetti ya no formarían parte del gabinete presidencial. “No se puede tener la desconfianza de que se van a alterar los procesos de investigación desde el poder que implican sus cargos”, precisó el mandatario en su intervención.

Lo que comenzó como un problema doméstico escaló tanto que, con la divulgación de unos audios del exembajador Benedetti, se empezó a cuestionar la forma en que el actual presidente llegó a la Casa de Nariño. La revista Semana publicó una grabación de casi 30 minutos en la que se escucha a Benedetti realizar afirmaciones que involucran la campaña “Petro Presidente” y funcionarios y exfuncionarios cercanos al gobierno. Esto no solo puso en jaque al gobierno, sino también las reformas sociales presentadas ante el Congreso, ya que algunos partidos de la coalición gubernamental comenzaron a cuestionar el comportamiento y solicitaron congelar el trámite de dichas reformas hasta conocer la verdad sobre esta situación.

El exsenador Armando Benedetti salió del país y antes de hacerlo, a través de su cuenta de Twitter, manifestó que se había dejado “llevar por la rabia y el trago” y que había sido una parte fundamental del actual proyecto político. Además,presentó públicamente disculpas al presidente Gustavo Petro y a Laura Sarabia, y solicitó a la Fiscalía que tomara medidas urgentes para protegerlo a él y a su familia.

Hasta aquí va la novela y los sucesos que se desencadenaron con el tema en menos de dos semanas.

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