La toma y retoma del Palacio de Justicia por el M-19, ocurrida entre el 6 y el 7 de noviembre de 1985, dejó un saldo devastador: 94 muertos, 68 identificados, y la muerte del fiscal Manuel Gaona. La operación, en la que participaron 35 hombres armados, tenía como objetivo declarado enjuiciar al presidente Belisario Betancur por incumplimiento del cese al fuego suscrito en agosto de 1984, y terminó despertando controversias sobre posibles vínculos de financiación con Pablo Escobar, según la cobertura periodística de la época y las referencias de Colprensa. Cabe señalar que en algunas versiones el título del material cita a Mauricio Gaona, una variación que ha alimentado debates sobre la identidad de las víctimas y de las figuras involucradas en el caso.
Los hechos narrados por las crónicas de entonces describen a un grupo de insurgentes que irrumpió en el edificio, seguido por una respuesta contundente de las fuerzas estatales que, pese a su intervención, provocó el incendio del Palacio. La retoma oficial se produjo con 11 soldados muertos y un conteo total de víctimas que alcanza los 94 fallecidos, de los cuales 68 fueron identificados. Entre los hitos destacan el ingreso inicial de 35 hombres armados y el anuncio público de la retoma a las 2:00 p.m. del 7 de noviembre de 1985. A lo largo de los años, persisten dudas sobre la identidad de algunas muertes y sobre la participación de las fuerzas del Estado en el operativo, así como la posibilidad de financiamiento o apoyo externo a la acción.
La fecha y el desarrollo del episodio han cobrado nueva relevancia con el estreno de la película Noviembre, que ha generado polémica por sus escenas y por su relación con el caso Gaona. Un fallo judicial ordenó corregir diálogos y eliminar el nombre del fiscal por posibles hipótesis de vínculo con el M-19, un debate que ilustra las tensiones entre memoria histórica y representación cinematográfica. En este contexto, la cobertura periodística señala que el episodio continúa siendo fuente de debate público y académico sobre las responsabilidades y las dinámicas de la época.
La película Noviembre y el eco judicial del Palacio de Justicia
El impacto del episodio persiste en la memoria pública y en el marco jurídico de entonces. El Consejo de Estado responsabilizó al M-19 por lo registrado y ordenó indemnizar a los familiares de las víctimas, aunque el cuestionamiento sobre la identidad de varias muertes y la posible participación de las fuerzas estatales continúa alimentando la controversia. Además, persisten dudas sobre posibles vínculos con figuras de alto perfil, como Pablo Escobar, lo que mantiene abierta una línea de investigación y de debate histórico y periodístico.
«Estando reporteros y demás, en ese momento preguntamos y uno de ellos dijo: ‘Al fiscal Gaona yo lo vi, él salió cojeando, herido’, dijeron que a él lo habían subido herido en un carro” – José Gaona, hermano del fiscal Manuel Gaona
«Yo observé el disparo de mi hermano en la cien, pero Amarales también lo tenía ahí. Ambos aparecieron allá, no sé por qué ni cómo. En esa confusión, solo me dijeron que me fuera” – José Gaona
«Escuchamos la radio y dicen que mi hermano había aparecido en la morgue sin vida. Mis sobrinos eran todos pequeños. Yo me fui para allá y encontré a mi hermano semidesnudo, como recién bañado, en una bandeja al lado de Amarales (Andrés Almarales Manga, uno de los líderes guerrilleros de la toma)” – José Gaona
La cobertura de este reportaje se apoya en crédito Colprensa y se han señalado entrevistas a Cambio para las declaraciones del hermano del fiscal, lo que aporta una dimensión testimonial crucial a las cifras y a las hipótesis sobre posibles vínculos externos a la acción. En conjunto, el caso continúa vigente en el debate público y en la memoria histórica, con la película Noviembre funcionando como un catalizador para revisar estructuras, responsabilidades y narrativas alrededor de estos hechos.
















