En la noche de Halloween, una escena que surgió en Bogotá mostró a un bus del SITP convertido en una especie de “chiva rumbera”: el conductor encendía y apagaba las luces para animar a los pasajeros mientras un grupo de ciudadanos participaba de la celebración dentro del articulado. La grabación, publicada en TikTok por la usuaria @lauraroncancio961, se volvió viral y generó un debate sobre convivencia y normas en el transporte público, aunque la ubicación exacta dentro de la ciudad no quedó especificada en los reportes. Este episodio se enmarca en una noche festiva que, sin perder su eje lúdico, puso sobre la mesa preguntas sobre seguridad y límites en escenarios cotidianos de Bogotá.
Lo que se observa en el video es una celebración dentro del SITP, con un conductor que se convirtió en parte de la fiesta al controlar luces y atmósfera, en medio de un grupo de ciudadanos que parece disfrutar del momento. Aunque la identidad del conductor no fue revelada en las fuentes consultadas, el clip ha dejado claro el interés de la audiencia en las redes, donde el material de @lauraroncancio961 logró superar las cien mil visualizaciones en TikTok. En términos legales, las autoridades mencionan que podría haber una multa por evasión del pasaje de 189.900 pesos si las personas involucradas fueran sorprendidas en esa conducta, además de considerar posibles sanciones relacionadas con la seguridad y la convivencia en el transporte público.
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Este episodio se inscribe en un contexto de antecedentes de videos virales protagonizados por jóvenes en techos de buses en Bogotá, lo que ha alimentado debates sobre seguridad, convivencia y regulación del transporte público durante eventos festivos. El impulso de las redes también se refleja en un segundo hecho registrado en la ciudad: un grupo de jóvenes subido al techo de un bus articulado de TransMilenio, grabado por Julián Cruz (@julianpks) en Instagram con dron y cámaras de teléfonos móviles. En ese segundo episodio, los jóvenes habrían lanzado pólvora y corrido por la avenida NQS, un acto que puso en riesgo tanto a conductores como a peatones y que, al igual que el primer caso, motiva análisis sobre sanciones y normas de seguridad a seguir.
«¿Dulce o travesura? Hace muchos años no me disfrazaba y me divertía tanto» – Julián Cruz, usuario de Instagram (@julianpks)
Las repercusiones de estos hechos se sostienen en el creciente escrutinio de redes y en la posibilidad de que autoridades de transporte revisen las conductas de convivencia y seguridad. El segundo incidente, registrado con apoyo de dron y dispositivos móviles, añade un elemento de alerta sobre prácticas que podrían afectar tanto a conductores como a peatones, y refuerza el debate público sobre hasta qué punto es aceptable celebrar de forma espontánea en espacios de transporte público durante celebraciones como Halloween. En conjunto, estos episodios elevan la atención mediática y podrían traducirse en medidas disciplinarias para los involucrados, junto con la multa mencionada por evasión del pasaje si se llega a identificar a quienes participaran en la conducta.
















