Bogotá: conductor muere tras linchamiento de motociclistas luego de arrollar a motero durante persecución

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La noche del martes 10 de noviembre de 2025 dejó una escena violenta en Bogotá cuando Mauricio Cendales Parra, un hombre de 35 años, conducía una camioneta azul con la matrícula EUO 040 y arrolló a un motociclista antes de ser blanco de una brutal agresión por parte de un grupo numeroso de motociclistas. El hecho ocurrió en la zona de La Sierra, en la localidad de San Cristóbal, y ocurrió tras una persecución policial que terminó frente a un conjunto residencial de Tabakú, en Barrio Nuevo Techo, cercano a la Avenida Las Américas. Según los reportes, Cendales Parra huyó de la escena cuando fue perseguido por la policía; un despliegue estimado en unas 200 motocicletas siguió la huida, y la situación terminó con el conductor siendo objeto de una golpiza que habría sido determinante para su fallecimiento, luego de ser trasladado a un centro médico. Un patrullero también resultó lesionado en el curso de estos hechos.

Las autoridades señalan que la investigación está centrada en determinar las circunstancias y las responsabilidades, incluyendo la presunta conducción en estado de embriaguez y la intolerancia que desencadenó la reacción de la ciudadanía. En paralelo, se confirmó la ubicación de la escena en el entorno del conjunto residencial de Tabakú, en Barrio Nuevo Techo, y la proximidad de la Avenida Las Américas, detalle que complica el trazado de los hechos y las rutas de fuga que habrían seguido los implicados.

La reacción ciudadana y las líneas de investigación

Se han establecido indicios para contrastar la versión de los hechos y avanzar en la identificación de las personas involucradas, así como de las motos y sus matrículas. Aproximadamente 200 personas en motocicletas estarían vinculadas a la persecución y al linchamiento, según las primeras estimaciones, mientras que el nombre del conductor, Mauricio Cendales Parra, figura en el registro de la policía como el propietario de la camioneta de color azul. Se confirmó que uno de los agentes de la autoridad resultó lesionado en el operativo, lo que añade complejidad al análisis de la respuesta policial en ese momento.

«Lamentable desde todo punto de vista, un ciudadano que de manera irresponsable presuntamente conducía en estado de embriaguez, amenazando la vida» — Karla Marín, alcaldesa local de Kennedy

«Policía actuó de manera oportuna» — Karla Marín, alcaldesa local de Kennedy

Entre las claves del contexto se evalúan antecedentes que, en Bogotá, señalan la presencia de casos de justicia por mano propia con mayor frecuencia en situaciones relacionadas con hurtos, lo que alimenta un debate sobre la intolerancia ciudadana y la necesidad de un manejo más estricto de la seguridad y la convivencia. Este hecho puntual, difundido por videos que captan el momento exacto de la secuencia, reabre la discusión sobre la manera en que se deben gestionar este tipo de incidentes y la responsabilidad de las autoridades para frenar linchamientos y garantizar el debido proceso.

Las autoridades han informado que la investigación está a cargo de la Policía Nacional, que verifica cámaras del sistema TransMilenio, de la Policía Nacional y de conjuntos residenciales Castilla y Tabakú para determinar las placas e identidades de los involucrados. También se confirmó que se ordenó una necropsia para confirmar o refutar la hipótesis de consumo de alcohol a partir de la autopsia, a cargo del Instituto Nacional de Medicina Legal y Ciencias Forenses. En este marco, el Coronel Álvaro Mora Rodríguez, comandante Operativo de Seguridad Ciudadana N°3 de la Policía Metropolitana de Bogotá, explicó que se trabajará para esclarecer los hechos sin perder de vista que la respuesta debe regirse por el estado de derecho.

La investigación y el análisis de cámaras serán determinantes para identificar a los participantes y establecer responsabilidades. El caso, que ya moviliza a distintas dependencias de seguridad, mantiene el foco en la reconstrucción de la secuencia de eventos, la comprobación de la presunta embriaguez y las condiciones que llevaron al trágico desenlace, con la finalidad de que se haga justicia y se eviten futuros episodios de violencia ciudadana.

En síntesis, este incidente reitera un problema complejo en la capital del país, donde la violencia de mano propia ha emergido como un proceso recurrente y preocupante para las autoridades. La investigación continúa, y las autoridades mantienen el compromiso de esclarecer cada detalle, identificar a los responsables y comprender las dinámicas de la escena para evitar que se repitan hechos similares.

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