Una madre denuncia que su hijo, alumno de sexto grado del Liceo Antonio de Toledo, fue víctima de una presunta agresión por parte de un compañero, hecho que habría provocado la pérdida de parte de un dedo. El menor permanece hospitalizado en la Clínica El Country con fractura e infección y podría requerir intervención quirúrgiana. Según la familia, el hecho ocurrió hace unas semanas y el ingreso a la clínica se registró el 22 de septiembre a las 9:00 de la mañana, circunstancia que mantiene a la comunidad educativa y a las autoridades distritales atentas al caso. Más de un mes de incapacidad figura entre las posibles consecuencias de la lesión, según las evaluaciones médicas preliminares.
La madre, Diana Vargas, informó que tomó una foto del dedo del hijo al encontrarlo y la envió al colegio para alertar sobre su estado y explicar que el menor no podría escribir durante esos días. Al llegar a la Clínica El Country, el menor fue valorado por una cirujana de mano, se le asignó una habitación a las 9:00 a. m. y se valoró la necesidad de una intervención quirúrgiana. Además, se indicó que se requeriría el consentimiento de la madre para cualquier procedimiento definitivo, y que la cirujana podría intervenir al día siguiente, dependiendo de la evolución clínica del menor.
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La denuncia se enmarca en un contexto de mayor escrutinio sobre casos de bullying en instituciones escolares del sur de Bogotá, con la expectativa de que el caso impulse una revisión de los protocolos de seguridad y manejo de acoso. Aunque la versión de la madre señala una agresión presunta por un compañero, las autoridades distritales mantienen el caso bajo supervisión y esperan confirmar los hechos y las medidas institucionales que correspondan ante el posible riesgo para otros estudiantes.
«Desde el momento que yo le encontré el dedo al niño yo tomé foto, mandé al colegio, informando que el niño estaba con el dedo así, que no podía escribir en esos días» – Diana Vargas, madre del menor
«mamá, necesito que me firme un consentimiento, sí o sí lo entro a cirugía, pero si tengo que amputar el dedo total porque es que su hijo tiene una infección en el hueso demasiado severa» – Cirujana de mano
En conclusión, el caso sigue en curso y podría generar una revisión de protocolos de seguridad y manejo de acoso en el Liceo Antonio de Toledo, con un seguimiento cercano de la evolución médica del menor y de las decisiones médicas respecto a una posible cirugía, mientras la familia y la opinión pública esperan respuestas claras y acciones concretas para evitar nuevos incidentes que afecten a los estudiantes.
















