Bogotá podría enfrentar racionamiento eléctrico en 2026 por insuficiente infraestructura en norte y occidente

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El Concejo de Bogotá advierte sobre un posible racionamiento de energía en 2026 por una insuficiente infraestructura eléctrica que no avanza a la velocidad necesaria para cubrir la demanda. Según el análisis difundido en Red+ Noticias y recogido por la sala de sesiones, la capacidad de oferta llega a 3.500 megavatios mientras la demanda actual ya se sitúa en 3.100 megavatios y la región que comprende Bogotá, Cundinamarca y Meta demanda alrededor de 3.000 megavatios al día. Los sensores de suministro señalan restricciones en el norte y en occidente de la ciudad, y el plazo estimado para avanzar en infraestructura es de dieciocho a veinte meses, con un contexto histórico de apagones que se rememoran como una lección de vulnerabilidad, hace 33 años, durante El Niño.

En el marco de este debate, las autoridades han señalado que la ampliación de redes y la agilización de licencias ambientales y permisos para torres de transmisión son claves para evitar un centro de operaciones que se vea obligado a gestionar cortes programados. El alcalde de Bogotá, Carlos Fernando Galán, ha subrayado la necesidad de acelerar las obras de transmisión eléctrica pese a los conflictos por licencias ambientales y a las discusiones con comunidades afectadas, señalando que proyectos estratégicos como el metro de Bogotá y el Regiotram de Occidente dependen de esa infraestructura para avanzar y que la región norte, con Lagos de Torca y otras zonas de expansión urbana, podría verse impactada si no se corrigen las brechas de suministro.

Riesgo de racionamiento y respuestas institucionales

La conversación pública sitúa al Concejo, al Grupo Energía de Bogotá y a actores relevantes del sector energético frente a un dilema: la necesidad de ampliar la capacidad de transmisión y suministro para sostener el crecimiento urbano y evitar restricciones en horas pico que afecten servicios esenciales y desarrollos como data centers, vivienda y proyectos de infraestructura clave en Lagos de Torca y la PTAR Canoas. Ante este cuadro, la posibilidad de que la oferta disponible se quede corta frente a la demanda proyectada en un horizonte de dieciocho a veinte meses se convierte en un eje central de la agenda política y técnica de la ciudad.

«es inminente que se venga un racionamiento» – María Victoria Vargas, concejala de Bogotá

«La capacidad hoy es de 3.500 megavatios. Esa es la oferta, pero en este momento tenemos 3.100 megavatios de demanda, es decir, estamos cerca de llegar al tope» – María Victoria Vargas, concejala de Bogotá

«¿Qué va a pasar con Lagos de Torca? Lo que allí se tiene proyectado allí, si a la época en que se vaya a terminar la construcción de eso o se inicie, pues finalmente no va a haber la suficiente oferta para, para que lo que allí se construya» – María Victoria Vargas, concejala de Bogotá

«hay una restricción en el suministro de electricidad ya en el norte y en occidente de la ciudad» – Juan Ricardo Ortega, presidente del Grupo de Energía de Bogotá

«Proyectos nuevos no están pudiendo hacerse porque no tienen electricidad. Un data center que quería construir en el norte, en la Sabana, no consiguió la disponibilidad de electricidad. Estamos estancados en la capacidad de tener nuevos proyectos que demanden electricidad» – Juan Ricardo Ortega, presidente del GEB

«Si no logramos la infraestructura en los próximos dieciocho o veinte meses, va a haber restricciones donde la autoridad va a tener que dejar algunos sitios con restricciones en el suministro en las horas pico» – Juan Ricardo Ortega, presidente del GEB

«¡Estamos al límite! La generación energética que cubre la demanda de Bogotá, Cundinamarca y Meta se encuentra en 3.500 MW; sin embargo, esta región ya demanda cerca de 3.000 MW al día. Si se mantiene el incremento en la demanda, para finales de este año se podría desbordar la oferta» – Juan David Quintero, concejal

«No podemos dejar que la negligencia y la concentración del poder nos lleve a la oscuridad» – Juan David Quintero, concejal

«Bogotá también podría quedarse sin luz a finales de 2025. Si bien la causa es distinta, la consecuencia podría ser parecida: racionamiento y afectación de los servicios esenciales» – Juan David Quintero, concejal

«Susana Muhamad (entonces ministra de Medio Ambiente) concentró todo el poder de decisión al retomar la función de autorizar la sustracción de reservas forestales, paralizando los trámites de las licencias ambientales y, por lo tanto, afectando los proyectos clave para la ciudad. El Gobierno Nacional está llevando a Bogotá a un posible déficit de energía. ¡Esto es inadmisible!» – Juan David Quintero, concejal

Contextualmente, el alcalde Fernando Galán ha insistido en la necesidad de acelerar las obras de transmisión eléctrica a pesar de los retrasos en licencias ambientales, y el riesgo se vincula directamente a proyectos estratégicos como el metro de Bogotá y el Regiotram de Occidente, además de desarrollos urbanos en el norte de la ciudad. La situación podría afectar también Lagos de Torca y la PTAR Canoas, lo que añade una dimensión de impacto sobre servicios y calidad de vida de la población. En paralelo, el debate involucra a actores clave como el Ministerio de Ambiente, exministras y al propio Grupo Energía de Bogotá, así como a la comunidad de centros de datos y proyectos de vivienda que buscan catalizar la demanda eléctrica de la ciudad.

Ante este panorama, el análisis técnico y político coincide en que la región debe avanzar con una combinación de ampliación de redes y de procesos de licenciamiento eficientes, sin pretender sacrificar el cumplimiento de normas ambientales ni el diálogo con comunidades. El mensaje de fondo es claro: sin una inversión sostenida en infraestructura y una agilidad regulatoria, Bogotá podría enfrentar un déficit de energía que afecte no solo a servicios básicos, sino a el crecimiento económico y a futuros proyectos urbanos de gran envergadura.

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