Bogotá: Restos entregados a familias de víctimas del Palacio de Justicia no correspondían

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Desde Manizales, La Veintitrés informa que las familias de las víctimas de la toma del Palacio de Justicia en Bogotá recibieron restos que no correspondían a sus seres queridos, y que se han revelado fallas de identificación y exhumaciones posteriores que agravan una historia ya dolorosa. Entre el 6 y el 7 de noviembre de aquel periodo, varias entregas de ataúdes cerrados y movimientos de cuerpos evidenciaron deficiencias en la protección de rehenes y en la gestión de los restos, un conjunto de hechos que desdibuja la verdad oficial y revictimiza a quienes aún esperan una reparación mínima después de décadas de dolor.

Con el paso de los años, el registro de estas irregularidades ha ido tomando forma gracias a la intervención de Medicina Legal y a revisiones de tumbas. En 2017 se exhumó el cuerpo del magistrado Emiro Sandoval y, en 2018, las autoridades confirmaron que esos restos no pertenecían a él. Entre tanto, Libardo Durán, escolta del presidente de la Corte Suprema de Justicia, recibió el cuerpo de su progenitor varias décadas después, tras 33 años de espera, en un momento en el que la familia visitaba la tumba de dos guerrilleros sin saberlo. En el marco de la revisión de identidades, la memoria institucional ha señalado también la participación de figuras como Alfonso Reyes Echandía, entonces al frente de la Corte, y de Alfonso Patiño Rosselli, magistrado cuya trayectoria quedó entrelazada con esta historia larga y dolorosa. Y el caso más reciente, en marzo de 2024, anunció el hallazgo de los restos del magistrado Alfonso Patiño Rosselli, que habían estado en la tumba del policía Jaime Benítez, cuyos propios restos siguen sin encontrarse.

La verdad bajo la lupa: décadas de búsqueda e inconsistencias

Antecedentes: el Palacio de Justicia fue escenario de una toma armada por el M-19 en Bogotá, y murieron más de 100 personas. Después, informes oficiales señalan la culpa del Estado en lo registrado durante la retoma y se documenta revictimización de las familias. En la actualidad se han realizado exhumaciones y hallazgos de restos que habían sido enterrados o entregados de forma errónea; en marzo de 2024 se anunció el hallazgo de los restos del magistrado Alfonso Patiño Rosselli, que habían estado en la tumba del policía Jaime Benítez, cuyos restos siguen sin localizarse.

«A nosotros nos entregaron ataúdes, ataúdes cerrados y nos dijeron: no los pueden abrir. Claro, no los podíamos abrir porque nos entregaron lo que quisieron y tuvimos que soportar eso durante muchos años» – Amelia Mantilla, esposa de Emiro Sandoval

Este relato de hallazgos y dudas, que suma más de 100 víctimas y que marca cuarenta años desde la toma, continúa abriendo preguntas sobre las responsabilidades del Estado, la protección de los rehenes y la dignidad de las familias. La historia no ha concluido: mientras se han recuperado algunos restos y se han aclarado otros más, aún quedan pendientes piezas de un rompecabezas que exige verdad, justicia y reparación para las decenas de familias que han perdido a sus seres queridos y que siguen esperando respuestas que nunca debieron demorarse tanto.

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