En el marco del 23° Congreso de Riesgo del gremio, Bre-B, el sistema de pagos inmediatos interoperable en Colombia operado por el Banco de la República, empieza a generar inquietudes por un incremento de fraudes que podría asemejarse a la experiencia de Brasil con Pix. Asobancaria ha pedido acelerar los protocolos de seguridad y crear un centralizador de datos de fraude para alertar y coordinar esfuerzos entre entidades, comerciantes y autoridades ante la entrada en operación de Bre-B, que permite transferencias instantáneas entre entidades financieras, billeteras y comercios y funciona las 24 horas, los 7 días de la semana, mediante un esquema de llaves que pueden ser el número de celular, el correo electrónico, la cédula o un código alfanumérico para autorizar las transferencias, con interoperabilidad entre distintas entidades.
Durante el congreso, figuras como Alejandro Vera, vicepresidente técnico de Asobancaria, y Guillermo Sinisterra, superintendente delegado adjunto para Riesgos de la Superintendencia Financiera, subrayaron la necesidad de reforzar controles y de trabajar de forma coordinada para reducir la exposición a fraudes. El Banco de la República figura como el operador principal de Bre-B y, según sus impulsores, la seguridad deberá ser una prioridad desde el inicio, con una cultura de monitoreo continuo y cooperación entre el sector público y privado para evitar incidencias.
Bre-B frente a la lección de Pix y la urgencia de un marco de seguridad sólido
La discusión en torno a Bre-B surge ante antecedentes internacionales: la experiencia de Brasil con Pix mostró que la adopción de pagos inmediatos acelera la digitalización, pero también elevó el riesgo de fraudes y exigió respuestas contundentes. En este marco, las cifras comparativas hablan por sí solas. Tras Pix, los fraudes registraron un incremento del 56%. La participación de canales digitales en las operaciones del sistema alcanzó el 82%, frente al 68% registrado en 2019, mientras que las llaves inscritas en Brasil sumaron 93 millones para 33 millones de personas. En el frente de ciberseguridad y prevención de fraudes, el sector invierte alrededor de 1,7 billones anuales, y, en términos de solvencia y entorno macro, la cartera total reportada en septiembre fue de 784 billones, con desembolsos para impulsar la recuperación económica de 55 billones. La solvencia del sector bancario se sitúa en 17% y el déficit fiscal proyectado para 2025 es de 6,7%, frente al 2,5% registrado en 2019. Estas cifras ayudan a comprender la magnitud del reto que enfrenta Bre-B en un entorno de acelerado uso de dinero digital y mayor exposición a delitos.
«es evidente que Colombia vivirá un incremento similar en delitos financieros una vez Bre-B esté completamente desplegado» – Alejandro Vera, vicepresidente técnico de Asobancaria. «Los colombianos son buena paga» – Alejandro Vera, vicepresidente técnico de Asobancaria.
En este sentido, el marco de implementación de Bre-B se presenta como una prueba de fuego para la cooperación institucional: priorizar la seguridad mediante inversiones en ciberseguridad y prevención de fraudes, consolidar un centralizador de datos de fraude que permita alertas tempranas y establecer protocolos y estándares de seguridad que acompañen el incremento esperado en el volumen de transacciones inmediatas. También se destaca la responsabilidad del Banco de la República como operador principal y la necesidad de políticas que fomenten el desarrollo de productos financieros adaptados a perfiles de excluidos y que faciliten la reinclusión de usuarios fuera del sistema por incumplimientos previos, garantizando un uso responsable y sostenible de Bre-B en el dominio colombiano.

















