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Cuando todo indicaba que Bucaramanga tenía asegurado el título del primer semestre en los 90 minutos del último partido de la final, aparecieron los goles en el minuto 84 y 89 de Julián Millán quien logró la igualdad del compromiso y posteriormente de Agustín Rodríguez a través de un cobro de tiro penal que le permitieron a Santa Fe igualar la serie para obligar a los cobros finales que definirían el título.
La historia cambió, pero las emociones continuaron, ya no valía recordar lo hecho por los búcaros a lo largo del partido, que habían sido dentro del campo de juego los dueños del resultado y merecedores de la victoria final.
La lluvia acompañó durante todo el tiempo reglamentario el partido, que fue muy pesado por las condiciones del campo para todos los protagonistas; cualquiera podía sacar ventaja en el terreno, pero fue fundamental la garra y el empuje que la táctica y la técnica, para conseguir el resultado que se quería.
Primero llegó el gol de Rodallega que ponía a celebrar a los santafereños cuando apenas transcurrían 10 minutos de juego; sin embargo el partido se hizo más intenso en cada momento hasta que en el minuto 30 Jhon Emerson Córdoba empató el encuentro al recibir un pase filtrado de Fabián Sambueza, para colocar nuevamente arriba en la serie a los canarios 2-1, marcador con el que se fueron al descanso ambas escuadras.
Para el segundo periodo y solo 3 minutos después llega un nuevo gol para los visitantes a través de Daniel Fernando Mosquera para colocar la serie 3-1.
Santa Fe intentó llegar para tratar de descontar hasta que en los minutos 84 y 89 aparecieron las anotaciones ya descritas para obligar a los cobros definitivos.
Los penales
Comienza la serie y son aprovechados los cobros de Mosquera y Henao por el Bucaramanga y de Chaverra por Santa F; sin embargo, como suele suceder, quien fue protagonista durante los 90 minutos para Sana Fe, Agustín Rodríguez, vio como Aldair Quintana le atajó su cobro para dejar nuevamente adelante al equipo de Dudamel.
En los siguientes cobros aprovecharon su oportunidad Micolta del búcaro y Ortiz de los cardenales; luego vino el cobro de Flores que atajó Mosquera para volver a igualar la serie que se fue así hasta el cobro 7, cuando Julián Millán, otros que había sido importante a lo largo de los 90 minutos, desaprovechó su cobro para dejarle el título al Atlético Bucaramanga.
Fue merecido lo logrado por el onceno de Santander, que a lo largo de las tres fases del campeonato siempre fue el mejor, termino primero en el torneo regular, luego en los cuadrangulares salió primero de su grupo y en la instancia definitiva se quedó con el gran botín.
Fueron 75 años de espera para festejar una estrella que hoy los colocan como el mejor equipo del año en Colombia.
Sacamos a pasear el orgullo Santandereano
“Doy gracias a Dios porque nos ha elegido para vivir este momento, hemos construido un equipo muy talentoso que ha creído en sus capacidades y ha sabido recibir y fortalecerse del apoyo de toda la ciudad y del departamento de Santander, para todos ellos que están celebrando, mil gracias”, fueron las primeras palabras del estratega venezolano Rafael Dudamel quien llevó a su escuadra al primer título de la historia.
Dijo que ahora tendrá muchas cosas para contarle a sus nietos e hijos, “a ti Carolina te amo y gracias por acompañarme incondicionalmente”.
“Uno puede alcanzar a imaginarse cosas, pero solo el tiempo lo dimensionará, nosotros no trabajamos para reconocimientos, sino para lograr las metas que tenemos, soy consciente que hoy tenemos un pueblo orgulloso y feliz, al que le sacamos el orgullo a pasear”, afirmó
Recordó que el equipo a la hora de los penales llegó sabiendo que “debíamos pensar en lo que viene y no en lo que sucedido, siempre mirando hacia adelante. Les pedí que no debíamos hacer nada distinto a concentrarnos en los penales. El trabajo da sus frutos y al final conseguíamos lo que buscábamos”, finalizó.
Mi primera Final
John Córdoba estaba feliz por lo que pasó, “en mi primera final como futbolista profesional pude marcar, estábamos tranquilos con el resultado, pero nos tocó ir a penales, pero se nos dieron las cosas. En nuestra mente solo estaba el de ser campeones y darle alegría a nuestras familias y a la afición, no ha sido fácil, todo fue muy luchado y por eso le dedico a mi familia la medalla que hoy recibí”.
Una espera eterna en pocos segundos
Para el golero Aldair Quintana la sensación que vivió cuando atajo el último penal fue de incertidumbre, “espere un poco hasta que los jueces ratificaron que había sido bien atajado, fue una sensación inexplicable porque no sabía si tenía o no los pies sobra la línea, pero luego fue de celebración intensa. La ciudad se lo merecía por el acompañamiento durante el semestre que fue espectacular, la gente nos lo hacía sentir. Quedar en la historia del club es muy lindo para todos nosotros”.
