Delegaciones de 179 países se reúnen en Ginebra con el objetivo de negociar un tratado vinculante contra la contaminación por plásticos.
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Una reunión en la sede de la ONU en Ginebra es el escenario de las negociaciones para lograr un acuerdo internacional que aborde el creciente volumen de residuos plásticos y su impacto en la salud humana, la vida marina y la economía.
El Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) advirtió que, de no alcanzarse un compromiso global, la cantidad de residuos plásticos podría triplicarse para 2060, lo que acarrearía consecuencias significativas para el planeta.
Las conversaciones se dan en el marco de la decisión adoptada en 2022 por los Estados miembros para desarrollar un instrumento jurídicamente vinculante que permita poner fin a la contaminación plástica, incluso en el medio marino, en un plazo de dos años.
Entre los productos señalados por su impacto se encuentran plásticos de un solo uso como popotes, vasos, agitadores, bolsas y cosméticos con microesferas, que suelen terminar en océanos y vertederos.
El acuerdo en discusión busca abarcar el ciclo de vida completo de los plásticos, desde el diseño hasta su eliminación, con el fin de promover una economía circular y prevenir su liberación en el ambiente, según el texto base elaborado por el Comité Intergubernamental de Negociación.
Durante diez días, del 5 al 14 de agosto, delegaciones de 179 países y más de 1900 participantes de 618 organizaciones —entre ellas grupos científicos, ambientales e industriales— revisarán el borrador artículo por artículo. El documento contiene 22 páginas y 32 propuestas que servirán de base para futuras discusiones.
Uno de los objetivos es compartir estrategias para reducir el uso del plástico, incluyendo sustitutos sin plástico y tecnologías más seguras.
La revista médica The Lancet publicó recientemente una advertencia sobre los efectos del plástico en la salud. Según más de veinte expertos en salud pública citados por la publicación, los materiales empleados en su fabricación están asociados con enfermedades a lo largo de todas las etapas de la vida humana, siendo los niños y bebés los más vulnerables.
“Los plásticos representan un peligro creciente para la salud y son responsables de pérdidas económicas relacionadas con enfermedades que superan los 1,5 billones de dólares anuales”, señala el estudio.
Por su parte, Jyoti Mathur-Filipp, secretaria ejecutiva del Comité Intergubernamental de Negociación, informó que en 2024 se consumieron más de 500 millones de toneladas de plástico, de las cuales 399 millones se convirtieron en residuos.
Según las proyecciones, las fugas de plástico al ambiente aumentarían un 50% para 2040, con un costo estimado de hasta 281 billones de dólares acumulados entre 2016 y 2040 debido a los daños ambientales.