El departamento de Caldas se suma a la Semana Andina para la Prevención del Embarazo Adolescente, conmemoración que se lleva a cabo en Bolivia, Chile, Colombia, Ecuador, Perú y Venezuela y que este año se desarrolla entre el 23 y el 27 de septiembre bajo el lema «Pongamos fin al embarazo adolescente».
Este evento reúne anualmente a comunidades, sectores políticos y sociales, con el propósito no solo de reducir los índices de embarazo adolescente, sino también de fomentar la equidad de género como eje clave para el empoderamiento de niñas, adolescentes y mujeres.
El enfoque principal de esta semana es capacitar a los jóvenes, tanto mujeres como hombres, para que tomen decisiones informadas sobre su sexualidad, sus derechos reproductivos y sus proyectos de vida.
Según Rubén Guillermo Quintero, médico sexólogo de la Dirección Territorial de Salud de Caldas (DTSC), este año se destaca la participación activa de los hombres, promoviendo la corresponsabilidad entre maternidad y paternidad.
“El empoderamiento de las niñas, las adolescentes y las mujeres es importante para que tomen decisiones consolidadas y oportunas sobre su futuro. Sin embargo, este año se da un giro al incluir a los hombres como aliados en la prevención del embarazo adolescente. Es esencial que ellos se comprometan en la reducción de las desigualdades de género y las violencias para promover una sociedad más justa y equitativa», destacó el profesional.
Y es que la Semana Andina 2024, además de enfocarse en la prevención del embarazo adolescente, también aborda la desnaturalización de prácticas nocivas como el matrimonio infantil y las uniones forzadas, fenómenos que aún persisten en algunas comunidades de la región, aunque se han visto importantes avances en su disminución.
Es de anotar que la lucha contra la violencia de género es otro de los ejes fundamentales de esta semana. «Las mujeres y niñas que enfrentan violencias muchas veces no cuentan con las herramientas ni las oportunidades para salir de ese ciclo. Este año, haremos un énfasis especial en la prevención de estas situaciones», explicó Quintero.
El profesional resaltó que la articulación entre instituciones es fundamental para ofrecer proyectos de vida a adolescentes que han sido madres o que están en embarazo y así evitar que se repitan estos casos en el futuro, considerando que el embarazo adolescente trae consigo múltiples riesgos, que van más allá del ámbito físico. “Se entrecruzan dos trayectorias de vida; el embarazo y la adolescencia, lo que pone a las jóvenes en una situación de vulnerabilidad tanto en su salud mental como social”, añadió Quintero.
Entre las consecuencias destacan la deserción escolar, las alteraciones en la salud mental y el truncamiento de proyectos de vida, situaciones que agravan las circunstancias para estas jóvenes.
En cuanto a los riesgos físicos, Quintero destacó: “Las adolescentes tienen más probabilidades de sufrir complicaciones durante el embarazo, el parto y el posparto, lo que eleva el riesgo de mortalidad materna. Además, hay secuelas emocionales y físicas que pueden afectar el desarrollo integral de las adolescentes, marcando su vida futura”.
La Semana Andina 2024 propone consolidar un enfoque integral que involucre a toda la sociedad en la prevención del embarazo adolescente, promoviendo la equidad de género y el empoderamiento juvenil. Este compromiso colectivo busca no solo reducir las cifras, sino también asegurar el bienestar y el desarrollo integral de las y los jóvenes, brindándoles las herramientas necesarias para construir un futuro con más oportunidades y menos desigualdades.
Fuente: Prensa Gobernación de Caldas