La compañía energética Canacol Energy se acogió al régimen de insolvencia en Canadá bajo la Companies’ Creditors Arrangement Act (CCAA) y solicitó el reconocimiento de este proceso ante la Superintendencia de Sociedades en Colombia, marcando un hito en insolvencias transfronterizas. Esta medida responde al deterioro financiero de la empresa, agravado por presiones en el flujo de caja, reducción de ingresos, el impacto de una condena arbitral y un modelo de negocio altamente apalancado, con pasivos consolidados cercanos a los 900 millones de dólares. El proceso principal se desarrolla en Canadá, mientras que en Colombia busca protección para sus operaciones.
Canacol enfrenta una volatilidad en los precios del gas y un aumento de costos en el segmento gasífero, lo que representa un punto de inflexión para su estructura financiera y para el sector energético colombiano en general. Esta insolvencia transfronteriza activa suspensiones temporales de cobros, embargos, ejecuciones y demandas, además de cambios en la prelación de pagos, con posibilidades de renegociar o extinguir contratos, afectando a bancos, trabajadores, proveedores, entidades fiscales y pequeñas y medianas empresas (pymes).
Alertas para acreedores y riesgos en el entorno empresarial
El procedimiento permite pausar iniciativas de cobro individuales y regir los pagos mediante un orden colectivo supervisado, estableciendo un precedente relevante para futuras insolvencias transfronterizas en Colombia. Expertos recomiendan a los acreedores documentar sus créditos de inmediato, buscar asesoría especializada, formar comités de negociación y evaluar la continuidad de relaciones comerciales bajo pagos supervisados, ya que la falta de preparación puede traducirse en pérdidas significativas de valor.
“Una insolvencia transfronteriza de este tamaño activa riesgos contractuales, financieros y reputacionales para el entorno de negocios. Los acreedores deben entender que el centro de gravedad de esta discusión dejó de estar en Colombia”.
Fernando Bustos, especialista en insolvencia y recuperación empresarial
“Cuando una empresa de gran tamaño entra en insolvencia, afecta a cientos o incluso miles de acreedores, muchos de ellos pymes, que atraviesan grandes dificultades para absorber los impactos”.
Fernando Bustos, especialista en insolvencia y recuperación empresarial
“Los acreedores deben asumir que están en un proceso donde se definirá la suerte de sus créditos y actuar en consecuencia; la falta de preparación se traduce en pérdida de valor”.
Fernando Bustos, especialista en insolvencia y recuperación empresarial
Este caso subraya la complejidad de manejar deudas en contextos internacionales y obliga al ecosistema empresarial colombiano a adaptarse rápidamente a un marco legal que prioriza la reorganización colectiva sobre reclamos aislados.

















