La canciller colombiana Rosa Yolanda Villavicencio ha ofrecido a Colombia como posible sede de asilo político para el líder del régimen venezolano Nicolás Maduro, en el marco de las negociaciones que buscan facilitar su salida de Venezuela ante las crecientes tensiones regionales. Esta declaración, emitida en una entrevista reciente con Noticias Caracol, surge en un contexto de menciones en los últimos meses sobre una eventual transición en el país vecino, posiblemente exigida por Estados Unidos, aunque un experto en Relaciones Internacionales, Juan Nicolás Garzón, docente de la Universidad de la Sabana, considera esta opción poco probable debido a la baja interlocución entre Colombia y Washington.
En su diálogo con el medio televisivo, Villavicencio enfatizó la necesidad de negociar en medio de la tensión actual, sugiriendo que si Estados Unidos presiona por un cambio en Venezuela, la salida de Maduro podría implicar su protección en otro país, y Colombia no tendría razones para negarse. Esta postura ha generado un amplio debate nacional, con rechazos de varias figuras políticas a la idea de recibir al mandatario venezolano, similar al caso del asilo concedido al expresidente panameño Ricardo Martinelli, defendido por el presidente Gustavo Petro. Además, se enmarca en especulaciones sobre acuerdos con Estados Unidos que no han avanzado, mientras Maduro ha expresado interés en conformar una Gran Colombia.
El análisis del experto: improbabilidad y riesgos políticos
Juan Nicolás Garzón, en diálogo con Infobae Colombia, desestimó las posibilidades de que Colombia sea elegida como destino para Maduro, argumentando que las especulaciones no se sostienen por el rol determinante de Estados Unidos y el bajo nivel de interlocución bilateral. Según el académico, en un escenario de salida del líder venezolano, Colombia no ocuparía un lugar prioritario para Washington, y otorgar asilo podría interpretarse como un guiño o reconocimiento a Maduro, complicando las relaciones internacionales.
“Las posibilidades no las veo claras, aunque no es imposible. No lo veo porque se tejen especulaciones y hay un factor determinante que es Estados Unidos. El nivel de interlocución tan bajo entre Estados Unidos y Colombia hace que un tercer componente no sea en un principio Colombia”
Juan Nicolás Garzón, docente de Relaciones Internacionales, Universidad de la Sabana
Garzón profundizó en los desafíos jurídicos y políticos de la figura del asilo para Maduro, describiéndola como complicada no solo por aspectos legales, sino por el impacto interno en Colombia de cara a las elecciones presidenciales de 2026. Un gesto de este tipo representaría una factura política innecesaria para el Gobierno, con más pérdidas que ganancias, especialmente considerando que Maduro goza de los mismos derechos al debido proceso y garantías humanas que cualquier ciudadano del mundo, sin necesidad de una figura especial.
“En el momento de tensión que existe, hay que negociar, y seguramente, si Estados Unidos exige una transición o un cambio, es una cosa (la salida de Venezuela) que ellos deben valorar. Si esa salida implica que él (Maduro) deba vivir en otro país o pedir la protección, Colombia no tendría por qué decirle que no”
Rosa Yolanda Villavicencio, canciller de Colombia
“En ese escenario Colombia no ocupa un lugar para Estados Unidos. En una posible salida de Maduro, sería un escenario complejo porque se puede interpretar como una forma de guiño o reconocimiento a Maduro. Por el panorama, por el escenario, no veo factible esta situación”
Juan Nicolás Garzón, docente de Relaciones Internacionales, Universidad de la Sabana
“La figura de asilo, creo que en el caso de Maduro sería muy complicada, no solo jurídico, sino también desde el punto de vista interno. Un asilo a Maduro sería una factura grande e innecesaria para el Gobierno de cara a las elecciones de 2026, perdería más de lo que ganaría”
Juan Nicolás Garzón, docente de Relaciones Internacionales, Universidad de la Sabana
“Los derechos de Maduro son los que cobijan a cualquier ciudadano del mundo, el derecho al debido proceso, a las garantías de los derechos humanos y políticos, eso no dista de los que tiene un ciudadano del común. Hay varias cosas que se tendrían que definir, aunque, repito, no suponen una figura especial para él”
Juan Nicolás Garzón, docente de Relaciones Internacionales, Universidad de la Sabana
El debate se intensifica por las implicaciones en las relaciones con Estados Unidos y el panorama electoral colombiano en 2026, donde cualquier decisión sobre Maduro podría polarizar aún más la opinión pública y afectar la posición del Gobierno en la arena internacional.
