En una operación internacional coordinada entre la Policía Nacional de Colombia y la Policía Nacional del Perú, con el apoyo de CIPSE, fue capturado en la provincia de Chimbote, Áncash, Perú, Keiber Oscaiber Torres, alias Mamadeo, de 28 años, identificándose como cabecilla de la red de sicarios vinculada al Tren de Aragua y al grupo Yaracuy. En el marco de la acción también fue detenido un grupo de tres integrantes de la organización “Los Espartanos” y se incautó un arma de fuego, una motocicleta y otros elementos relacionados con actividades extorsivas.
La operación, cuya fecha exacta no se especifica en la información disponible, se enmarca en una cooperación internacional que incluyó intercambio de información técnica clave y la difusión de un cartel de Interpol. La intervención permitió la detención de Mamadeo junto a tres cómplices y la incautación de recursos que vinculaban a la red con operaciones de extorsión en distintas zonas. La colaboración entre las autoridades colombianas y peruanas se considera un hito en la lucha contra estructuras delictivas que operan desde el exterior y que habían extendido su alcance a Casanare y otras áreas mediante outsourcing criminal.
La red de extorsión y su impacto en Yopal y alrededores
La red liderada por Mamadeo fue responsable de homicidios, extorsiones y amenazas contra comerciantes y transportadores en Yopal y en municipios aledaños como Maní, Paz de Ariporo, Pore, Trinidad, Aguazul y Villanueva. Bajo la denominación de Los Espartanos en Perú, la organización reclutaba también a ciudadanos venezolanos en la Orinoquía colombiana; en caso de negarse a colaborar, habrían enfrentado amenazas o incluso la muerte. La estructura era conocida por exigir pagos ilícitos denominados vacunas y por ataques contra locales que no accedían a las exigencias de la red.
Los avances de la investigación y la difusión de perfiles de los principales cabecillas por Interpol permitieron estrechar el cerco en octubre de 2025 y reforzar la recompensa, cuyo monto oficial se ha difundido como de hasta 120 millones de pesos. La información oficial señala que la salida de Torres de Colombia habría ocurrido en agosto de 2025 y que la intensificación de acciones y recompensas continuó en octubre de 2025, consolidando la persecución de los integrantes de la red y su desarticulación progresiva.
Las autoridades destacaron la importancia de desplegar toda la capacidad de la Fuerza Pública para desarticular por completo la red y pidieron a la comunidad colaborar con información. Este proceso de cooperación transnacional y la difusión de su perfil por parte de Interpol son vistos como piezas clave para desmantelar una organización que amenazaba la seguridad de comerciantes y transportadores en la región.
«No hay citas textuales disponibles en la información proporcionada» – Equipo de Redacción
Este golpe representa un avance relevante en la neutralización de una infraestructura de extorsión que operaba entre Colombia y Perú, y envía un mensaje contundente a otras células criminales: la cooperación internacional y la denuncia de la ciudadanía pueden acelerar la desarticulación de redes que actúan a través de fronteras, afectando comunidades y la economía local.

















