Carlo Antonio Vélez Naranjo, 52 años en la profesión de periodista

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Fotos biografía e internet

Ramón Jesurún es un costeño desabrochado, de temperamento muy fuerte, pero tiene un corazón grandote. Álvaro González es un tipo muy valioso, siempre defendió a Manizales. El fútbol femenino es un proceso, está en desarrollo y para eso se necesita plata. Soy institucionalista y creo que Petro debe terminar, pero que se vaya en el 26

Por: GERMÁN MEJÍA GALLO

Carlos Antonio, comentarista y analista deportivo manizaleño, cuenta en su biografía que “el pitazo inicial de mi vida comenzó un 30 de octubre del 1953 en Manizales. Soy hijo de una maestra y un jefe de kardex del Sena. Un hogar típico paisa en el que el verbo trabajar era el pan de cada día. Mis estudios primarios los realicé en varios colegios. San Luis, Nuestra Señora y el Colegio de Cristo, regentado por los Hermanos Maristas de donde salí bachiller. Pasé un par de años por el Seminario menor de la Florida, también en Manizales, para luego dedicarme de lleno a la pasión que me acompañó por aquellas épocas… El Derecho.

Comencé mi carrera en la Universidad de Caldas, justo al lado del Estadio Londoño y Londoño, así se llamaba por esos años el hoy Palogrande. No faltaban las escapadas para ver entrenar al Once cuando había espacio entre una clase y otra.

Estuvo en Manizales esta semana después de 14 años de no visitar la ciudad y se mostró sorprendido por el avance de la misma “estoy feliz y encontré otra ciudad, cambiada totalmente o sea, el coco es el mismo, pero en la maqueta hay un montón de cosas nuevas. Zonas que antes no eran muy residenciales hoy lo son, por ejemplo camino a La Florida, yo estudié en el Seminario Menor, y eso antes ahí era chacra, era finca, era campo, ahora veo edificios. El camino al aeropuerto antes era una vía doble terrible, uno se tenía que ir con mucha anticipación para llegar a tiempo; viniendo de Pereira yo iba a comer arepas de choclo que todavía existen ahí, buenísimas, y había una grieta, hoy hay un viaducto”.

Afirma que ve la ciudad con mucho movimiento, “las zonas cercanas al estadio que antes eran muy residenciales, ahora tienen una gran oferta gastronómica, hay un montón de cosas que evidentemente han hecho que Manizales camine; yo la verdad me encontré otra cosa, pensé que venía a la misma ciudad de hace 15 años, nada que ver”.

Al recordar lo que fueron sus inicios en Manizales, manifestó que “son 52 años Germán, yo tengo 52 años de profesión. Me fui de Manizales a los 19 años,  me casé con 22 años o sea que yo llevo más de 50 años fuera de Manizales; viviendo en Bogotá primero, ahora entre Bogotá y Lima por mi mujer, y tengo nietos en Miami. Tengo otra nacionalidad que es la española, entonces trato de ir unas cinco o seis veces al año, pero si me pide mi mujer, también puedo ser peruano”.

Peruano de corazón

Comenta que de corazón lo es, y manifiesta que “la verdad vivo muy bien allá, me encanta, la calidad de vida es muy buena, es un país pobre como el nuestro, pero con menos recursos, porque Perú es muy árido, en cambio aquí usted suelta cualquier cosa en cualquier parte y hay flores, allá no, hay pura arena, sin embargo hacen un gran esfuerzo, tienen cosas muy lindas y la verdad es que tengo muy buenos amigos también, he entrado en un ambiente muy agradable, pero no tengo todavía esa nacionalidad porque uno no puede tener sino dos. Entiendo que uno podría tener una más, pero tendría que renunciar a algo y no voy a renunciar ni a la colombiana ni a la española. Entonces, digamos que la de Perú está ahí por cualquier cosa,  ellos tienen una Ley, mi mujer la puede usar, se llama reintegración familiar y si ella me pide automáticamente me dejan, mientras tanto yo voy; tengo que estar menos de 180 días al año y nosotros hacemos el cálculo y vamos sumando, y cuando vemos que nos acercamos, pues paramos de ir un mes, dos meses hasta que vuelve otra vez el ciclo”.

Comenzó en la política 

Germán, yo primero fui comentarista político aquí en Manizales, en aquel momento no estaba tan empoderado como ahora, pero a ver Germán, mire, yo estudiaba con cuatro compañeros en el parque Caldas, íbamos al Parnaso, estudiábamos ahí los cuatro pichones de abogados; Fernando Giraldo, Magistrado, J.J. Ochoa, Chucho Ochoa, al que no pude encontrar en este viaje, lo he buscado por todas partes, me encantaría verlo; Mario Lozano que me di cuenta que había muerto hace poco, me golpea porque Mario… mi primer pase de conducción lo tuve con Mario, cuando fue director del INTRA y era mi compañero de universidad. Estudiamos los cuatro, nos preparamos para todos los exámenes ahí en el Parque de Caldas, y al lado había una emisora que se llamaba La Voz de Los Fundadores, por la 23, de Octavio Jaramillo; Creo que Fernando era muy amigo de Jaramillo y alguna vez le dijo, hombre yo tengo un muchacho compañero que habla como loco y hace cosas, era yo; algún día me dijo, te querés ganar unos pesitos, ahí te van a dar un espacio para que hables de política; en ese tiempo estaba metido aquí con Fernando Londoño Londoño y… no me acuerdo de ella, una jefa política de la época, bueno, me acordaré”, dijo.

Recordó que hizo parte de una lista al Concejo, “con un agrónomo, el doctor Manzur, que al final terminó ocupando el renglón principal porque yo era menor de edad o sea, yo estaba metido en ese rollo y llegué ahí a La Voz de los Fundadores y el gerente era Augusto Salazar Urrea, locutor deportivo, excelente persona. 

Comencé haciendo comentarios políticos en el noticiero del mediodía, yo era de las juventudes conservadoras en esa época, porque uno de Manizales tenía que ser básicamente conservador, recuerdo que mi mamá decía: Cuidado, el liberalismo, eso es un pecado; épocas esas”

La hora del café

Salazar Urrea solía invitarle a tomarse un café mientras llegaba el momento de su intervención, “ahí en la esquina de la 23, cerca de Míster albóndiga, una cuadra más allá había un cafecito en toda la esquina, justo diagonal al parnaso y ahí nos sentábamos nosotros a tomar café. Un día me dijo, oye, hablamos de fútbol; vos porque no me ayudas en el estadio haciendo una entrevista en el vestuario”, eso le entusiasmo demasiado porque además pensó en la plata que se podía ahorrar, “mi mamá me daba una mesada para la buseta entre la casa y la Universidad de Caldas, y de esa plata tenía que sacar para ir a sol central a ver los partidos de fútbol. Ante la propuesta de Augusto,  inmediatamente mi calculadora operó y dije, me ahorré la plata del fútbol”.

Esa fue su primera oportunidad de estar en el fútbol, haciendo entrevistas, “eso es un decir, le preguntaría cualquier bobada al primero que entreviste”, manifestó.

Su amistad con Salazar le permitió llegar más allá, “con Augusto fuimos haciendo una empatía, hasta que a él lo nombraron gerente de Caracol en Manizales, y  lo primero que me dice es, te vas conmigo, y ahí ya me consiguió un sueldito”.

Posteriormente Salazar es nombrado Gerente Regional y lo maneja desde La Voz del Café, “en ese tiempo las emisoras eran Transmisora Caldas, La Voz del Ruiz, La Voz del Café, eran lindos nombres, ahora le dicen dizque RCN Manizales, Caracol Pereira, no no no, aquello era algo que tenía que ver con la tierra, como la emisora de Javier que se llama Ondas del Nevado, una maravilla. Entonces yo me voy con él para Pereira y me pusieron salario, ahí me vinculo al tema y empecé a tener unos pesitos para moverme, yo me iba para Pereira, hacía un partido allí, otro en Manizales, me iba en expreso Trejos, Arauca o Palmira en la mañana del domingo, paraba en Pereira y comía en un restaurante chino que era de un paraguayo, es el único restaurante chino cuyo dueño es un paraguayo, Valbuena era el dueño, exjugador del Pereira; y como en esa época había que hacer rendir la comida… era un arroz con pollo así grandote,  una montaña de arroz y una alita así de chiquita debajo; de ahí iba a la misa del padre Valencia, porque el padre Valencia, que era una institución en Pereira, daba la alineación en la homilía… entonces ya sabía la alineación después de la misa y me podía ir al estadio a soltarla de entrada, ahí arranco con ese tema”, dice.

El Lanzamiento

Después de aquello, llegaron los Juegos Nacionales a Pereira y ahí lo dejan haciendo el cubrimiento del evento mientras las grandes figuras viajan al  Mundial del 74,  “Hernán Peláez con todos los viejitos, porque ellos son más viejitos, claro, se molesta conmigo cuando se los digo, pero esto que le voy a decir es verdad, así Mejía se emberraque; un día mi mamá me castigó aquí en los agustinos, donde yo vivía y me dijo, usted se encierra en ese cuarto, y me metió a ese cuarto, yo tenía una panela, se acuerda, y lo tenía debajo de la cama, lo saqué, jugaban Millonarios y Sao Paulo, el día que se lesionó Alejandro Brand,  prendí el radio y lo puse al oído para que mi mamá no se diera cuenta; transmitían Esaú Jaramillo e Iván Mejía, yo le digo eso a Iván y se molesta… ¡No jodas!, oíste Vélez, vos que crees? No, no, Iván te juro hermano… Te crees un niño pues… No, no, no, yo no soy un niño, pero si te oía.

De estudiante de la Universidad caminaba la 23, desde las 8 de la noche se oía la polémica en los radios, eso era tan influyente, la polémica con trapito, Javier Giraldo, Edgar Perea, todos; eso se oía en la calle, yo iba a comer empanadas al lado del Café El Trébol, ahí se jugaba billar, enseguida había unas empanadas y paraba para escuchar la polémica, yo viví esa época y estos no me creen. También le digo a Peláez y él se ríe… Mi hermano, qué hago, yo los escuchaba a ustedes. Bien, año 74 ellos está en el Mundial y yo tengo que quedarme en Pereira en los Juegos Nacionales, con Roger Araujo, con Wbeimar Muñoz, con cuatro o cinco que se quedaron y ese fue mi lanzamiento”.

Golpe de suerte

Cuanta Carlos Antonio lo que le pasó en su primera salida internacional, “Yo trabajo en Pereira y me llevan en el 75 a la Copa América en Bogotá y ahí es cuando me dicen, en ese golpe de suerte que yo cuento en el libro, que se fue la señal en Lima, yo estaba abajo en el vestuario y terminado el primer tiempo me dieron cambio para que hiciera entrevistas, yo metí el micrófono, creo que me habló Oblitas, me contestó dos cositas ahí, y yo le devolví el cambio a Jairo Alonso… Volvemos a la cadena de Caracol con Jairo Alonso, y no entró nadie. Oía por el retorno que decían Jairo, Jairo, hable, Armando, Armando, a Moncada, y nadie hablaba. Entonces module desde mi ubicación y dije, Aló, Aló… Sí, ¿quién es?, Carlos Antonio… Listo hermano comenté usted, comenté usted porque se dañó la cabina… Ah hermano me dan ese papayazo, y agarré y me comenté el primer tiempo de la final de la Copa América, sin saber leer ni escribir hermano. Vea, ese de allá”, señalando al cielo. 

Recuerda que cuando llegó al hotel lo buscó Armando Moncada, “llegamos, estábamos en el Hotel Savoy creo, entre otras cosas estaba alterado y asustado, dije, no, esa es mucha embarrada hermano, claro que yo me sentía seguro, pero no sabía cómo lo habían oído aquí, yo era un desconocido, un don nadie; entonces me metí a mi habitación, estaba con Eduardo Sánchez que era el técnico, cuando tocaron la puerta… Sí, quién es… Moncada, ¿Puedo entrar? Sí, claro… y dice, primero le quiero agradecer, usted nos salvó la patria, segundo, la verdad no lo escuché porque en ese momento estaba en otra cosa, pero me acaba de llamar Willy Vargas, el gerente de Caracol, a decirme que lo suyo fue brillante y que le pregunté si se quiere ir para Bogotá”. Señala nuevamente al firmamento y dice “hermano, eso es ese de allá”.

Cuando regresó a Bogotá lo llevaron a una reunión con Willy Vargas y Gustavo Cárdenas en la 19 , la sede de Caracol, “hablé con ellos y me dijeron que si me quería quedar y les dije, no, pues yo estudio en la universidad de Caldas, cómo abandono la carrera, mi mamá, a la que ya le había dado un golpe cuando me salí del seminario, ella creía que yo iba a ser Papa, no lo aceptaría.  

Lo habían sacado por fumar detrás de la imagen de la Virgen con unos amigos… “Creo que una vez en una fiesta de esas me dieron un porro de marihuana, primero me dio un ataque de risa y luego un vómito, y gracias a Dios hasta ahí llegó. El padre Mario Isaza nos echó del seminario, él que se va a acordar de eso, pero en una de las últimas veces que vine, lo vi y me dio vergüenza, espero que no me vaya a sapear allá arriba”.

En el año 75, al final del campeonato, lo llevaron a Bogotá para estar en los partidos de los hexagonales, “los primeros viajes fueron en bus, dos o tres viajes, ya el tercer viaje me pusieron tiquete de avión. Yo viajaba y me venía el lunes, en un vuelo que salía de Bogotá a las 6 de la mañana, estaba aquí a las 7 porque tenía clase de Economía a esa hora. El profe llegaba 7 y 15 o 7 y 20, y yo llegaba casi que con el humo, porque él tomaba lista como si fuera un colegio. Así es que se cumple esa etapa, hasta que llega arrancando el 76 que me voy para la Copa Libertadores, y Armando Moncada me dice,  Carlos Antonio o esto o derecho, las dos cosas no son posibles, usted no puede estar viajando así, porque ni hace bien una cosa, ni hace bien la otra; lo va a dejar un avión… tenía razón, entonces me matriculé en la Católica, me dieron después un papel, Jaime Betancourt Cuartas, el Decano, para que presentara los preparatorios cuando quisiera. No he querido todavía, pero llegará el momento”.

Los recuerdos de sus compañeros

Al hablar de muchos de los que están relacionados con su vida, dijo que “hace poco le dije a Alberto Marulanda, me asusté, afortunadamente yo espero que chucho esté vivo y el doctor Fernando Giraldo si lo está, pero si mucha gente de mi época ya no está, pero me da satisfacción ver a César Augusto, estuve con él el sábado y los otros… No, está bien. Yo sé que ya sacaron el tablero ese del tiempo adicional y ya sé que tengo ese tiempo, y como ahora están dando 20 o 25 minutos a cada partido… antes sacaban dos, tres minutos, si eso me lo aplican, me jodí.  

El primer mundial y el primer carro

En el 78 está en RCN, Jorge Barón compró unos derechos para transmitir a través pantallas en circuito cerrado, “me fui con Jairo Alonso, que en paz descanse, a hacer el Mundial de ArgentinaEse fue mi primer Mundial, un invierno y yo no conocía Argentina, para mí eso fue la maravilla; hicimos unos partidos allá y otros aquí. En el año 82 voy al mundial de España con el Grupo Radial Colombiano, no transmitían los partidos, transmitíamos 24 horas y parábamos a la hora del partido, con Óscar Rentería, que era el jefe de las transmisiones, yo ahorré todos mis viáticos, gran parte para comprar mi primer carro. Lo compré en el taller El Europeo, un carro de una señora, ese carro le entraba agua por todas partes, pero a nosotros nos parecía maravilloso; un carro de un verde lora, era el único que había en el taller y me lo vendieron por $ 120.000”.

Para el mundial de México 86 llevó a la señora, primer mundial que va, ese lo hice también con el Grupo,  al igual que el del 90, “me lleva Antena 2, es la primera vez que transmiten mundial por radio, Jairo Tobón y un equipo impresionante, creo que Wilmar estuvo ahí si no estoy mal. Para el 94 vamos a EEUU con toda la expectativa, yo era el que no creía, como siempre. No, que Colombia, que campeón del mundo, no vamos a hacer nada, les dije… El Tiempo, y tengo el recorte de prensa, hizo una encuesta entre los periodistas, ¿qué cree que va a pasar con Colombia en el Mundial? Yo dije, ojalá pasemos de octavos… Me reputiaron, como siempre, y eso que es amigo de Maturana, vea…  ¿qué hago? Yo no creo que llegue, les advertí.

Indicó que  desconocía de las andanzas de los jugadores en ese momento, y agregó, “las andanzas todavía las tienen,  lo que pasa es que ahora las hacen muy en privado, pero ahí a veces ellos mismos mandan videos y se descubren, como los de Nacional, pero que lo hacen lo hacen, ni para qué le cuento, se desencantan de un montón”.

Ganan los mismos

“Mira Germán, si tú agarras los mundiales de fútbol desde el año 30 en adelante, los gana siempre la misma gente, la misma gente la gana, los mismos,  Holanda ¿cuántas veces ha llegado?, es muy difícil, algún día la ganará, mire España todo lo que tuvo que remar para ganarle a Francia”.

 El mejor narrador

Me tocaron todos, Armando, Perea, es que cada uno es distinto, Jorge Eliécer tiene una voz divina, ahora está un poquito forzado, pero él tiene una voz divina, yo creo que lo que hace es que alarga mucho el gol y eso de pronto le hace daño, claro, él es como el jugador de fútbol habilidoso que elude a uno, elude al otro. No, venga hermano, el jugador técnicamente bien dotado tiende a ser exhibicionista, entonces ese locutor que tiene tan linda voz, tiende a alargarse, es su único defecto; Marco Antonio era una voz prodigiosa, chupaba como un animal y eso llegaba, como Dayro, mientras Falcao se cuida, no juega y Dayro ha tenido una vida jodida, y mire dónde está, qué vaina. Es muy difícil marcar una pauta. El cantante tiene una voz divina, lo que pasa es que se sobreactúan en algunas cosas, como todos, todos tenemos virtudes y defectos, pero es muy difícil, a mí sí me marcó Armando Moncada, pero más por su manera de ser, él fue el que me enseñó la disciplina, el cumplimiento de los horarios, el respeto por la profesión. Él no dejaba hablar, cuando yo fui por primera vez dizque a opinar, me dijo, venga, venga, usted como opina al lado de Humberto, a usted le va a llegar su momento, tranquilo, este Señor ha visto mil partidos, usted ha visto 50. Hoy cualquiera viene y habla, mano a mano; entonces es muy difícil Germán, pero yo creo que a mí sí me marcó, pero más personalmente que profesionalmente, Armando”

Los comentaristas

Javier fue una institución aquí, y eso no se podrá negar jamás. Yo me acuerdo cuando a Javier la gente se le volteaba y lo maltrataba porque decía lo que muchos no querían oír, pero era lo que él estaba viendo, y esa es una institución muy grande que marcó el periodismo y nos marcó a todos, eso no se puede negar. Admiro mucho a Wbeimar porque es un tipo preparado, y en el fondo yo empecé a prepararme cuando me di cuenta de que él se había graduado como técnico, entonces empecé a estudiar y entendí que eso era posible, porque él  mostraba que eso era posible.

A mí me gustaba Fabio Poveda, su pluma era maravillosa, no voy a decir una barbaridad; no voy a decir que se parecía a Juan Gosaín o a  Gabriel García Márquez, pero no estaba lejos, lo que pasa es que ellos tomaron una ruta diferente y este hombre tomó una ruta deportiva, pero su pluma era absolutamente maravillosa.

A mí me gusta el carácter de Iván, porque se parece mucho al mío, Hernán es un hombre relacionista muy querido. Digamos que ahí está la gente que yo creo que tiene una historia”.

¿técnico frustrado?

Dice que no quiso ser técnico pero que le ofrecieron algún día serlo, “Gaviria me ofreció en vida el Deportivo Pereira hace un tiempo, cuando era el dueño del Pereira; en el Intercontinental de Cali yo estaba en un partido de Copa Libertadores y delante de Efraín Pachón me dijo que si a mí me gustaría dirigir, yo le dije que no, que yo era periodista, más bien le dije, yo le tengo quien le dirija ese equipo, llame a Luis Fernando Suarez que hace poquito dejó de ser técnico, y fíjense que hoy está en el Pereira”.

Analista de selección

Ha tenido en los últimos años dos insinuaciones de técnicos amigos que le han dicho que si le gustaría en un futuro cercano hacer un trabajo de Analista de rendimiento, porque tiene el título de Conmebol, “les he dicho que ahora no, pero más adelante, siempre y cuando sea una selección nacional, y mejor si es árabe, porque paga mucha plata y uno se está 6 meses y se va, pero que me haya gustado a mí eso, no”.

Los directivos

“Hay gente muy buena, León Londoño por ejemplo fue un tipo muy atacado y era un hombre tan respetado en FIFA, era un hombre primario, un paisa desabrochado, pero era la cultura popular, lo que pasa es que el directivo siempre fue mirado con desprecio, y fue mirado con desprecio porque el directivo mismo se empeñó de que lo miraran con desprecio; sobre todo por algún sector del periodismo. Hay directivos muy buenos y hay gente que no es tan buena, como en cualquier profesión, pero usted no puede hacer una línea recta para decir todos estos son malos, no. Alfonso Senior, lo conocí, era de muy malas pulgas, pero Alfonso marcó un hito en la dirigencia colombiana, le recibe León, ya de ahí en adelante hemos tenido muchas altas y muchas bajas. Hubo gente muy decente como Astudillo por ejemplo, y no fue del todo un buen presidente, pero fue una persona decente y correcta.

Ahora el deporte nacional es criticar a Álvaro y a Jesurún. Álvaro González toda la vida fue un adelantado y en 100 años del fútbol colombiano ha estado 60. Cuando yo fui alumno de la Universidad de Caldas era el monitor del fútbol universitario de la Liga de Fútbol de Caldas y él era el secretario, o sea que a mí no me vengan a hablar de Álvaro González que yo lo conozco desde que yo era un niño, tiene todos los defectos del mundo y yo también, y el que lo critica tiene los mismos defectos de nosotros, pero Álvaro es un tipo muy valioso, y siempre defendió esta tierra. Le dio mucha tristeza cuando en el Preolímpico, el alcalde de esa época en Manizales no permitió que se hiciera aquí y tuviéramos que hacerlo en Armenia Pereira y Bucaramanga, porque necesitaba el estadio para un concierto, afortunadamente ese alcalde ya se fue”.

Ramón es un costeño desabrochado, de un temperamento muy fuerte, pero tiene un corazón grandote. A Ramón lo acusan de reventa, demuéstraselo. Al fiscal Barbosa, que es mi amigo personal, yo iba a almorzar con él una vez al búnker cada semana, porque es hincha de millonarios y enfermo por el fútbol; él iba a que yo le explicara cosas de fútbol, la pelota parada…  Una vez le dije, venga un doctor, la verdad, hay algún expediente abierto en alguna Fiscalía de este país contra González y Jesurún por reventas, ninguna, son todos chismes callejeros. Lo que pasa es que la gente cree que sale una boleta para un partido Brasil-Argentina y la puede comprar pasado mañana. Yo lo vivo con los partidos del Real Madrid; ahora el 28 Dios mediante, voy a estar en el clásico y compré esa entrada hace tres meses, y hay gente que todavía hace cola para los sobrantes y ni siquiera le han puesto fecha y hora de partido, aquí dicen, como así, si el partido Argentina es el próximo mes y ya no hay entradas, la gente no conoce de verdad cómo es el mundo del fútbol”.

Se imaginan  un presidente de Federación, que además es uno de los 10 directivos más importantes de FIFA, como es Ramón, revendiendo entradas, él o sus hijos, usted concibe eso, y concibe que pueda revender entradas una persona que yo estoy absolutamente seguro que gana más de $ 300 millones al mes, entre lo que le dan a él por Comité Ejecutivo de FIFA, por Conmebol, porque eso tiene salario en dólares y en euros, más lo que se gana con la Federación Colombiana, yo pues ganándome 300 o 400 millones de pesos mensuales, usted cree que voy a salir a vender, no, yo me amarro a ese puesto. Ah, no, pero eso sí, lo agarran y le dan zapato.

 Lo que le acaba de pasar en Miami, yo estaba en Miami, póngase cualquiera en el plan de que te agarren la credencial y te quieran ahorcar y todavía golpean a tu nieto, cierto, y a ti jalándote caes, se mete el hijo a defenderte y después agarra a trompadas al hijo, pues lo acaba de decidir la justicia americana, ningún problema, usted queda exonerado  de todo, y dijeron que le iban a quitar la visa, que lo iban a echar, y como a uno lo juzgan así, Germán a usted, a mí, a cualquiera, entonces lo juzgan a uno con una ligereza sin saber qué es lo que pasa, entonces uno se pone en la piel del otro y dice…”

El fútbol femenino

El fútbol femenino era una necesidad, cuando se creó nunca se dijo que era solo para hombres, eso dónde está, pero es un proceso. Está en desarrollo, la gente quiere asimilar ya un fútbol como el masculino que está cumpliendo 100 años, con algo que relativamente es nuevo. Todo tiene un proceso y el  fútbol femenino va y va a llegar.

Para eso se necesita plata, y si los equipos tienen problemas para sostener su equipo de primera, imagínense usted el fútbol femenino, eso cuesta una plata. Eso es un mercado persa y lo otro es que los patrocinadores todavía no creen en el producto, las dificultades que ha tenido Dimayor para vender eso, bueno…

El país va mal

El comentarista, como cualquier colombiano, también dio su opinión de lo que hoy ocurre en el país: “Mal, muy preocupado de verdad, yo veo tantas cosas aquí, y veo una copia de Chávez, Petro hace todo lo que Chávez hizo, es una copia. Grave, yo no sé si el país resista esto, es un país tan rico, tan grande, tan bueno y casi todo lo que prometió lo ha incumplido y faltan dos años de gobierno, digamos que yo también soy institucionalista y creo que él debe terminar, pero que se vaya en el 26, hay que buscar nuevas y mejores opciones. Ese es un reto para los que vengan, van a encontrar un país muy golpeado. Cada vez hay más pobreza, cada vez hay más desempleo, cada vez  las cosas cuestan más, no tenemos agua Bogotá, no vamos a tener energía, no hay gas…”, finalizó. 

Carlos Antonio Vélez Naranjo, quien tiene un lema que aplicará hasta el último día… “el prestigio es más importante que la popularidad. Popular es cualquiera… mientras que el prestigio se gana con credibilidad, trabajo y estudio“, mantuvo este diálogo con La Veintitrés para darnos a conocer aspectos importantes de su vida.

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