Desde Santiago de Chile, para La Veintitrés Manizales, la cónsul general de Colombia, María Antonia Pardo, denunció hostigamiento y una campaña de desprestigio por parte de Natalia Molina. Afirmó temer por su vida y señaló a Molina como responsable si algo le sucede. Un video en el que se ilustran estas situaciones circula en redes sociales, aunque la fecha de su publicación no ha sido especificada.
Los antecedentes señalan que Molina conoció a Pardo poco después de que la cónsul asumiera el cargo en junio de 2024, cuando Molina se presentó en el consulado exigiendo participar en un evento privado de la comunidad colombiana en Santiago; el evento no era de la organización consular, pero Pardo intercedió para incluirla como artista y emprendedora. Molina fue presentada como líder social, activista y emprendedora y llegó a ser delegada de la Mesa de la Sociedad Civil para las Migraciones. En este contexto, la Cancillería promovía el proyecto Casa Colombia, una iniciativa en siete consulados para fortalecer la integración y el apoyo a la comunidad migrante.
La disputa y las cifras del proyecto Casa Colombia Chile
En la socialización del proyecto Casa Colombia Chile, el consulado recibió propuestas por aproximadamente 1,2 millones de dólares de migrantes. Natalia Molina presentó dos proyectos por 73.000 y 50.000 dólares, sumando 123.000 dólares. Según Pardo, Molina habría pretendido quedarse con 130.000 dólares. Los proyectos inicialmente propuestos se movían en rangos de entre 5.000 y 10.000 dólares, en contraste con las propuestas atribuidas a Molina. El proyecto Casa Colombia fue presentado a la Cancillería el 21 de julio de 2025 y aprobado el 13 de agosto de 2025.
La actualidad de Molina mantiene una sombra de controversia: está detenida en casa por prisión domiciliaria y existe una extradición solicitada por delitos de fuga de presos y narcotráfico; mientras tanto, continúa presuntamente acosando y difamando al consulado, según las afirmaciones de Pardo.
La campaña de desprestigio habría contado con la participación de antiguos detractores de la cónsul y de medios e influencers, como el caso citado de Beto Coral, lo que habría ampliado su alcance en redes y plataformas de comunicación.
«Si me matan: la culpable es Natalia Molina» – María Antonia Pardo, Cónsul General de Colombia en Santiago de Chile
Con estas declaraciones, la cónsul general subraya que, en medio del manejo de recursos y proveedores del proyecto Casa Colombia Chile, se mantiene una vigilancia sobre el desarrollo del programa y se aguardan avances en las investigaciones y en la revisión administrativa vinculada a las propuestas de Molina.

















