La precandidatura presidencial de Sergio Fajardo apareció este martes como el conducto principal para defender a Gustavo Petro ante la inclusión de este en la Lista Clinton de sanciones impulsada por Estados Unidos, junto a su esposa Verónica Alcocer y su hijo Nicolás Petro. En un momento de alta carga política en Colombia, la designación de Petro y dos familiares por parte de la Oficina de Control de Activos Extranjeros, OFAC, ha despertado un intenso debate en el Congreso y entre la ciudadanía, con la cobertura de La FM y otras agencias que apuntan a las distintas posturas que ha generado el tema en el país y su relación bilateral con Estados Unidos.
El hecho central, más allá de las explicaciones oficiales, habla de tres personas sancionadas en la Lista Clinton y de las repercusiones que ello puede acarrear para la diplomacia colombiana y la vida cotidiana de las personas afectadas. En ese marco, las declaraciones públicas de Fajardo y de otros dirigentes han buscado dar contexto y buscar una vía de diálogo y prudencia ante una situación que cruza la política interna con la política exterior. Coberturas periodísticas señalan que la discusión pública no se limita a atribuir o negar responsabilidades, sino a definir cómo Colombia debe responder a una medida que puede afectar inversiones, cooperación y la ánimo de trabajadoras y trabajadores y empresarios que dependen de una relación estable con Estados Unidos.
Reacciones y llamados a la unidad diplomática
«No creo que el presidente sea narcotraficante, ni creo que sea una persona involucrada en el mundo de lo ilícito» – Sergio Fajardo, precandidato presidencial
«La relación con Estados Unidos es muy importante» – Sergio Fajardo, precandidato presidencial
«Se debe tener inteligencia para cuidar al país, y eso no se hace gritando, escribiendo en redes o insultando, sino pensando con prudencia y diplomacia, y no enviando mensajes a las 3:00 a. m., peleando con los demás» – Sergio Fajardo, precandidato presidencial
«Por encima de las diferencias que tengamos con el Gobierno, todos los sectores políticos debemos rechazar que Trump meta a nuestro Presidente en la lista Clinton. La arbitrariedad contra nuestro país y sus instituciones no puede alegrar a empresarios ni a trabajadores» – Jennifer Pedraza, representante a la Cámara
«Retomo el llamado de Sergio Fajardo de esta semana. Presidente Gustavo Petro convoque a todo el país para unirnos en una estrategia coordinada para superar la crisis diplomática» – Jennifer Pedraza, representante a la Cámara
«¿Es narco? ¿Tiene pruebas el gob de EUA? No» – Angélica Lozano, congresista
«Y ojo, el dictador Nicolás Maduro debe salir del poder. Los venezolanos merecen el retorno de la democracia, pero sin engaños: una intervención militar, solo traería más catástrofe y dolor a Venezuela y a Colombia» – Angélica Lozano, congresista
«Esta decisión adolece de todo sustento y constituye una afrenta contra el Presidente de Colombia, máxima autoridad administrativa y Jefe Supremo de las Fuerzas Armadas, y contra todo el pueblo colombiano» – Cancillería colombiana
El contexto necesario para entender la noticia incluye antecedentes sobre la designación de Gustavo Petro, Verónica Alcocer y Nicolás Petro en la Lista Clinton por OFAC y un abanico de reacciones en Colombia que oscilan entre llamados a la unidad, a la defensa de la institucionalidad y al fortalecimiento de la diplomacia. Aunque no se reportan pruebas nuevas ni resultados judiciales en el material consultado, el tema continúa siendo central en el debate político y mediático, con la esperanza de evitar que la controversia afecte la convivencia política interna y la relación con Estados Unidos, así como la confianza de empresarios y trabajadores que observan de cerca las decisiones en política exterior.
La cobertura periodística que acompaña este proceso, destacada por La FM y respaldada por publicaciones de redes de Jennifer Pedraza y Angélica Lozano, apunta a que la clave estará en una estrategia coordinada que permita a Colombia manejar la tensión diplomática sin sacrificar sus intereses y su autonomía. En definitiva, el tema representa una prueba para la continuidad de una relación bilateral importante para el país, y para la respuesta de las instituciones ante una designación que ha generado escolios, llamados a la unidad y un debate público que seguirá vigente en la agenda nacional de cara a las próximas semanas.
















