Desde Manizales, La Veintitrés cubre un hecho de relevancia regional: Colombia, junto con Guatemala y Panamá, figura entre los únicos tres países que han logrado mantener ventajas competitivas claras frente a los aranceles anunciados por Estados Unidos. En abril de 2025, Washington comunicó un arancel base del 10% para determinados productos, y el análisis disponible señala que la tarifa efectiva para Colombia alcanzó 15.6% al 1 de junio, según el Budget Lab de Yale. Este marco se enmarca en la revisión del Tratado de Libre Comercio vigente desde el 15 de mayo de 2012 y en un conjunto de exenciones arancelarias, acuerdos vigentes y usos estratégicos de zonas francas que buscan sostener las condiciones preferenciales para las exportaciones colombianas. El hecho cuenta con la mirada del presidente Gustavo Petro, la AmCham Colombia y la firma de consultoría Araujo Ibarra, y se apoya en las imágenes de Iván Valencia y Mark Schiefelbein, de AP. La noticia llega además con la carta de intención de negociación al USTR enviada el 16 de julio de 2025, un paso clave en la relación comercial bilateral.
La noticia se entiende en un contexto de endurecimiento de la política arancelaria de Estados Unidos, que ha puesto en la mesa un paquete de medidas más agresivas para determinados sectores. Sin embargo, AmCham Colombia sostiene que la magnitud de su impacto real se atenúa gracias a las exenciones vigentes, las suspensiones y los acuerdos comerciales, lo que mantiene a Colombia en una posición ventajosa frente a sus pares regionales. Araujo Ibarra subraya que la combinación del TLC, las zonas francas activas y las exenciones estratégicas explica, en gran medida, la fortaleza de la posición colombiana, mientras advierte sobre una probabilidad de 25% de que aparezcan nuevos aranceles en el corto plazo. Con el TLC en vigor, estas dinámicas continúan definiéndose en un marco de negociación que intenta consolidar condiciones comerciales favorables pese a el entorno protector de Estados Unidos.
Colombia mantiene ventajas competitivas frente a aranceles estadounidenses gracias al TLC, exenciones y zonas francas
En 2025, las exportaciones de flores colombianas a Estados Unidos alcanzaron 65.000 toneladas, cifra que evidencia la importancia de este sector para la balanza comercial. En la campaña específica para el Día de la Madre, se enviaron 20.100 toneladas, con un crecimiento del 13% respecto a periodos anteriores, reflejo de la demanda sostenida y de la logística orientada a fechas clave. A la par, más de la mitad de las exportaciones colombianas —incluyendo petróleo y oro— continúan exentas de aranceles, subrayando la robustez de un marco normativo que permite diversificar mercados. Más del 30% de las exportaciones no minero-energéticas tienen destino en Estados Unidos, lo que refuerza la dependencia de ese mercado para una variedad de productos exportables. En cuanto al panorama de precios, el arancel efectivo promedio para Colombia se sitúa en 15.6% al 1 de junio, según Budget Lab de Yale, mientras persiste la posibilidad de que Estados Unidos implemente nuevos aranceles; se estima que podrían provocar aumentos de precios de hasta 1.7% para los consumidores estadounidenses y una pérdida cercana a 2.300 dólares por hogar. Las proyecciones señalan una probabilidad del 25% de nuevos aranceles, y el marco actual se clarifica con la base arancelaria anunciada en abril de 2025 del 10% y la carta formal de intención de negociación al USTR enviada el 16 de julio de 2025.
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En síntesis, el TLC vigente desde 2012, junto con exenciones arancelarias, acuerdos vigentes y la activación de zonas francas, configura un paisaje en el que Colombia puede sostener condiciones preferenciales en Estados Unidos frente a un endurecimiento general de la política arancelaria. Este balance, junto con la vigilancia de organismos como AmCham Colombia y la asesoría de Araujo Ibarra, se orienta a evitar impactos significativos sobre precios al consumidor y, sobre todo, a proteger sectores estratégicos como floricultura, azúcares y frutas tropicales, que han mostrado una respuesta robusta ante las dinámicas del mercado estadounidense. Las imágenes que acompañan este reporte, de Iván Valencia y Mark Schiefelbein para AP, retratan un flujo comercial que sigue siendo un eje importante para la economía nacional y para la proyección futura de las exportaciones colombianas.
















