Colombiano condenado a 57 meses de prisión en Bridgeport, Connecticut, por transportar joyas robadas

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Jorge Giovanni Escobar González, un colombiano de 41 años con último domicilio conocido en Kissimmee, Florida, fue sentenciado recientemente a 57 meses de prisión federal en Bridgeport, Connecticut, por su participación en el transporte interestatal de bienes robados. Este hombre se declaró culpable el 9 de abril de 2025 ante la Fiscalía del Distrito de Connecticut, como parte de una red organizada de ciudadanos colombianos dedicada a asaltar joyerías en centros comerciales de al menos ocho estados estadounidenses, causando pérdidas superiores a los 4,4 millones de dólares. La investigación, liderada por el FBI y el Grupo de Trabajo contra la Delincuencia Organizada Transnacional de New Haven, involucró la colaboración del Departamento de Justicia, autoridades locales y estatales, incluyendo la Policía de Greece, Nueva York.

Escobar González fue detenido el 19 de mayo de 2024, tras una serie de robos cometidos entre mayo de 2023 y abril de 2024, con un atraco clave el 20 de septiembre de 2023 en un centro comercial de Greece, Nueva York. La banda operaba de manera itinerante, extendiendo su vigilancia y actividades a estados como Iowa, Wisconsin, Indiana y Delaware. Su método consistía en hacerse pasar por compradores legítimos para examinar las joyas y evaluar las medidas de seguridad, para luego forzar las vitrinas durante los asaltos mientras cómplices vigilaban el exterior. Inicialmente arrestado en Florida por delitos estatales relacionados con otro robo de joyería, las piezas sustraídas en estos crímenes no han sido recuperadas.

Una red transnacional desmantelada

El caso fue esclarecido gracias a la labor conjunta de agencias federales y locales, con la fiscalía federal del Distrito de Connecticut a cargo de la acusación. David X. Sullivan, jefe de la Oficina del Fiscal de Estados Unidos para ese distrito, supervisó el proceso que expuso la organización criminal enfocada en hurtos masivos en joyerías y tiendas departamentales. Esta sentencia representa un golpe significativo contra las redes de delincuencia organizada que operan cruzando jurisdicciones en Estados Unidos, destacando la efectividad de los grupos de trabajo especializados en combatir estas amenazas transnacionales.

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