Por HERNÁN LÓPEZ AYA*
Es difícil dar una respuesta.
Pero para atreverme, debo dejar claras dos cosas importantísimas:
- La crítica de cine me parece un exabrupto.
- No existe un momento más divertido de la vida que ver al gran John McClane salvando a secuestrados en el Edificio Nakatomi; o en un aeropuerto de cualquier ciudad del mundo; o evitando un robo en la reserva del tesoro de Estados Unidos. Duro de matar.
Prefiero, por encima de todas las cosas, las películas de acción. No obstante, he visto varias comedias románticas porque debo, como todo buen esposo, acompañar a una fan enamorada de este tipo de cintas.
También debo decir que, a la hora de las maratones frente al televisor, soy yo el que manda en la casa (solo para eso, creería). Pero en estos días, y llenándose de argucias y capacidad casi bélica de la estrategia, mi esposa me convenció de ver una de estas obras que originó la duda que titula este texto.
A partir de este momento voy a apoderarme del punto 1 y voy a dejar abiertamente la posibilidad de que ustedes escojan. Y de pronto, al final, me atrevo a decir sí o no.
Vulnerable (tal vez por lo que es Navidad), cedí a los encantos de mi esposa. Y ella, control en mano y empoderada, le dio “play” a “Love Actually”. Desde el primer minuto de la cinta percibí cómo un “deja vu” revolvía mis recuerdos.
Sí. Ya la había visto; y fue difícil de aceptarlo. Pero metido el dedo, metida la mano. Superé el segundo minuto y el tercero y el cuarto y el quinto…
Mientras iba rodando, yo colocaba estricta atención al argumento y me iba dando cuenta de que, según mi corto criterio fílmico, esta sería una de las comedias románticas más importantes del cine. Narra las situaciones de un montón de parejas que, al pasar de la historia, se van encontrando como casualidades de la vida.
Pero lo que más me impactó fue darme cuenta del “supra reparto” que participó en ella. Cuando la vi por primera vez, hace muchos años, identificaba a un par de actores; pero en esta ocasión, me sorprendí gratamente.
Quienes son cinéfilos de verdad, creo que tienen claro que el humor inglés (el de Inglaterra), es de los más finos del mundo. Y de los más especiales. Diálogos limpios, sátira bien encaminada, situaciones de vida que dejan mensaje y, por supuesto, humor negro.
Ojo a estos nombres (de un reparto de 36 actores):
- Emma Thompson; ganadora de premio Oscar, BAFTA, Emmy y Globo de Oro.
- Colin Firth; ganador de premio Oscar, BAFTA, Globo de Oro y SAG.
- Hugh Grant; ganador de un Globo de Oro y un BAFTA.
- Liam Neeson; nominado al Oscar y ganador del Festival de Venecia.
- Alan Rickman; el famosísimo Severus Snape, de Harry Potter. Fue ganador de un BAFTA, un Globo de Oro y un Emmy.
- Bill Nighy; ganador de dos BAFTA y un Globo de Oro.
- Billy Bob Thornton; ganador de un Oscar y un Globo de Oro.
- Rowan Atkinson; el gran Mr. Bean. Tiene un premio de la Academia Británica de Televisión y tiene la Orden del Imperio Británico.
Y me falta nombrar otro montón de actrices y actores importantes.
No pude. Sucumbí. Y dejé de lado, por dos horas y nueve minutos, mi rechazo a las historias románticas. ¡Qué gran película!
Al finalizar, acepté (con cabeza gacha), que mi esposa tenía razón. Y le agradecí por darme una nueva oportunidad de verla. Acto seguido, comenzamos una discusión y, nuevamente, los recuerdos me jugaron una mala pasada (creo yo).
Admití, en efecto dominó, que no solo “Love Actually” es una buena película; y esa sumisión filmográfica sentimental dio paso a la construcción y definición de un TOP (de mi parte), en el que incluí las cinco mejores según mi escaso, escasísimo, criterio cinéfilo.
Estas son, en su orden de discusión (y siempre superado por los argumentos de mi esposa):
- Love Actually – 2003
- Un lugar llamado Notting Hill – 1999
- Mujer Bonita – 1990
- Cuando Harry conoció a Sally – 1989
- La Propuesta – 2009
Capoteado el empalagoso rato, y para catalizar tanta dulzura, le clavé tres horas de “Avengers” a mi cerebro y un sinnúmero de “trailers” de películas a estrenar que tienen como requisito, para mi gusto, por lo menos una bala.
Entonces, ¿Sí o no? La verdad, no sé. Todos tenemos ratos de debilidad y ratos de fortaleza. Esta vez, la batalla la ganó mi esposa; pero la guerra por llevar a John McClaine como uno de los héroes más importantes sigue en mi campo de guerra, en mi equipo. Es el 10 que da los mejores pases a cientos de películas malas con las que perdemos tiempo, pero con las que nos sentimos satisfechos.
Ahora, lo que sí les puedo asegurar es que este tipo de disertaciones, con las personas que queremos o que permanecen a nuestro lado, son la prueba de que la navidad hace milagros.
¡Vayan y véanlas! No se van a arrepentir.
Y ustedes deciden si sí o no…
@HernanLopezAya
*Comunicador Social y Periodista de la Universidad Jorge Tadeo Lozano con 26 años de experiencia en televisión y Oficinas de Comunicación. Fue jefe de emisión del fin de semana en RTVC NOTICIAS. Ganador del premio de periodismo Álvaro Gómez del Concejo de Bogotá en 2016. Bloguero de KIENYKE durante varios años