Comisión de Concertación Laboral inicia sesiones para salario mínimo 2026; decreto si no hay acuerdo

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Desde la redacción de La Veintitrés Manizales informamos que la Comisión de Concertación Laboral iniciará sesiones en la primera semana de noviembre para definir el incremento del salario mínimo 2026. El proceso podrá acordarse entre sindicatos y empresarios o fijarse por decreto presidencial si no hay consenso, y tendrá como plazo máximo hasta el 30 de diciembre para cerrar el acuerdo o promulgar la medida.

La convocatoria fue anunciada por el ministro de Trabajo, Antonio Sanguino, en un contexto en el que también participa el presidente de Colombia, Gustavo Petro. Las sesiones se realizarán en el marco de la Comisión de Concertación Laboral y buscan definir un incremento real de los ingresos de los trabajadores para 2026, teniendo en cuenta la inflación, la productividad y el empleo, con la finalidad de elevar el poder adquisitivo por encima de la inflación.

Entre los criterios de la negociación se contempla un rango para el incremento real que podría situarse entre 8%, 9% o 10%, sin fijar aún una cifra definitiva, y se mantiene la opción de que el Gobierno fije el aumento por decreto si no se alcanza un acuerdo antes del 30 de diciembre.

Contexto y cifras relevantes de la negociación

Entre los datos clave destacan que alrededor de 3 millones de trabajadores ganan uno o menos de un salario mínimo; el incremento acumulado del salario mínimo durante el mandato de Gustavo Petro alcanza 37,6 por ciento; la informalidad ha descendido dos puntos porcentuales; y la negociación contempla un incremento real cuyo rango oscilaría entre 8%, 9% o 10%, sin fijar una cifra definitiva. El plazo para un decreto si no hay acuerdo permanece fijado hasta el 30 de diciembre.

«Vamos a convocar la Comisión de Concertación Laboral a partir de la primera semana de noviembre instalamos las sesiones para empezar a discutir el incremento del salario mínimo». – Antonio Sanguino, Ministro de Trabajo

«Algunos voceros se comportan más como opositores políticos que como representantes gremiales, han dicho que no van a concurrir. Pues si no concurren, nosotros lo lamentamos. Les insistimos en que concurran, en que dejen el temor o dejen la cobardía para discutir este asunto que han discutido los anteriores gobiernos, incluyendo este». – Antonio Sanguino, Ministro de Trabajo

«El representante de los comerciantes, al que yo le digo: oiga, doctor Cabal, si usted le incrementa el salario a un trabajador, a esos tres millones de trabajadores que se ganan uno o menos de un salario mínimo, ese trabajador no va a ir a comprar a Miami ni va a ir a comprar a París, va a comprar a la tienda o al supermercado de barrio al que usted dice representar. Entonces, represente bien a sus asociados, a sus tenderos. Y concurra a esa discusión». – Antonio Sanguino, Ministro de Trabajo

«La vocación que el país ya conoce de la política salarial del Gobierno del presidente Petro, que es incrementar realmente el poder adquisitivo y los ingresos de los trabajadores, que tiene que ser por encima de la inflación». – Antonio Sanguino, Ministro de Trabajo

«No, yo no he dicho porcentaje. Yo he dicho que habrá un incremento que signifique un aumento real de los ingresos de los trabajadores». – Antonio Sanguino, Ministro de Trabajo

La dinámica de la negociación también se enmarca en la necesidad de proteger la recuperación del poder adquisitivo de los trabajadores de menores ingresos y en la posibilidad de que tengan más ingresos reales. En el plano práctico, la discusión apunta a un incremento que impulse la demanda de bienes y servicios, lo que, a su vez, podría sostener el crecimiento económico y el empleo formal, con beneficios para empresarios y trabajadores por igual.

En el plano gremial, Fenalco y otros gremios han mostrado resistencia a participar en el debate, por lo que el ministro les ha pedido acudir para representar adecuadamente a sus asociados y contribuir a una discusión que ya ha sido escenario de acuerdos en gestiones anteriores, incluyendo la actual, que busca que la subida no sea solo eventual sino que se traduzca en un aumento real de los ingresos. Todo ello repercute directamente en aproximadamente 3 millones de trabajadores y tiene el potencial de influir en el consumo, el empleo formal y el crecimiento económico del país.

La agenda de noviembre pone a prueba la capacidad de negociación entre trabajadores y empresarios, y, desde Manizales, La Veintitrés seguirá de cerca cómo avanza este proceso, que no solo se trata de una cifra, sino de una política de ingresos que podría consolidar la recuperación y dinamizar el mercado interno en los próximos meses.

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