En un duro revés para el Gobierno de Gustavo Petro, la Comisión IV del Senado de Colombia rechazó este martes 9 de diciembre la ponencia positiva de la reforma tributaria propuesta por el Ejecutivo, con nueve votos en contra y solo cuatro a favor. La iniciativa buscaba recaudar 16 billones de pesos para financiar el Presupuesto General de la Nación de 2026, en medio de un déficit fiscal que alcanza el 8% del PIB, pero fue hundida por la mayoría opositora en el pleno de la comisión.
La votación marca el fin de varios intentos del Gobierno por aprobar esta reforma, que incluía impuestos a ingresos superiores a 125 millones de pesos mensuales, así como gravámenes a los mega ricos y plataformas digitales, con el fin de promover una justicia fiscal. Tras advertencias del presidente Petro sobre una posible emergencia económica si no se aprobaba, la oposición celebró el resultado como un triunfo para los ciudadanos y un freno al derroche público, mientras el oficialismo guardó un silencio mayoritario, salvo algunas voces de lamento.
Euforia opositora y silencio oficialista
Figuras de la oposición no ocultaron su satisfacción ante el hundimiento de la propuesta. El concejal de Bogotá Daniel Briceño celebró que «se hundió la reforma tributaria de Petro, una gran noticia para el país. Colombia necesita parar el derroche y dejar de asfixiar las empresas». Por su parte, el senador del Centro Democrático Ciro Ramírez interpretó el rechazo como «un mensaje de austeridad a Gustavo Petro» y enfatizó que «no le va a quitar la plata a los colombianos del bolsillo».
«Nuevo revés para @AABenedetti en el Congreso. Las comisiones económicas de senado hunden la tributaria con la que @petrogustavo quería seguir asfixiando con más impuestos a los colombianos»
Andrés Forero, representante a la Cámara por el Centro Democrático
El abogado, empresario y precandidato presidencial Abelardo de la Espriella coincidió en que «Colombia no necesita más impuestos, los ciudadanos que más trabajan merecen un respiro tributario». Desde el Partido Verde, la representante a la Cámara Katherine Miranda expresó que «estamos superfelices celebrando. Acabamos de tumbar la reforma tributaria que presentó el Gobierno nacional» y añadió que «hoy ganan los ciudadanos, gana la institucionalidad».
En contraste, la senadora María José Pizarro, del Pacto Histórico, defendió la necesidad de la reforma al afirmar que «los mega ricos y sus representantes en el Congreso tienen un deber elemental con el país: contribuir a disminuir la desigualdad». Asimismo, la representante Mafe Carrascal, también del Pacto Histórico, lamentó el rechazo por el bloqueo a la justicia fiscal y los impuestos dirigidos a los más ricos y plataformas digitales.
El rechazo genera incertidumbre sobre las finanzas públicas para 2026 y abre debates sobre si el Gobierno optará por imponer medidas por decreto, en un contexto de críticas opositoras al exceso de impuestos y la asfixia económica. La oposición insiste en que el país requiere austeridad en lugar de más cargas tributarias, mientras el oficialismo evalúa sus próximos pasos en medio de este nuevo tropiezo legislativo.

















