En un duro revés para el Gobierno del presidente Gustavo Petro, las comisiones económicas del Congreso de la República archivaron este 9 de diciembre de 2025 la ley de financiamiento al negar la ponencia positiva con solo cuatro votos a favor y nueve en contra. Wilmer Castellanos, presidente de dichas comisiones, anunció el hundimiento de la iniciativa, que buscaba recaudar más de 16 billones de pesos mediante una reforma tributaria para fortalecer las finanzas públicas.
La votación se produjo en medio de una falta de avales suficientes para la propuesta del Ejecutivo, lo que deja al país en una situación fiscal complicada, especialmente para el pago de la deuda externa. Esta es la segunda derrota del Gobierno Petro en estas comisiones, tras un archivo similar en diciembre de 2024, lo que agrava las perspectivas para la política social al enfrentar altos intereses de deuda y posibles crisis económicas.
Reacciones airadas del Gobierno y la oposición
Armando Benedetti, ministro del Interior, reaccionó de inmediato en su cuenta de X (@MinInterior), advirtiendo sobre las graves consecuencias de esta decisión. La senadora Aída Avella también criticó a los opositores, señalando que su voto negativo refleja más intereses políticos que preocupación por el país.
«Ha sido negada la ponencia positiva. Se entiende archivada la Ley de Financiamiento»
Wilmer Castellanos, presidente de las comisiones económicas
«Ley de Financiamiento hundida es igual a bonos y riesgo alto y falta de capacidad para pagar la deuda externa, igual a crisis, mas crisis mas crisis económica. Y entonces la política social del Gobierno se verá afectada por los intereses tan altos de la deuda. Y todo porque un sector del Congreso vota con las vísceras»
Armando Benedetti, ministro del Interior
«Quienes votaron en contra son quienes menos asistieron a las comisiones. Son quienes menos les interesa este país, sino que les interesa la oposición política»
Aída Avella, senadora
La situación sigue en desarrollo, con implicaciones profundas para la economía colombiana, donde la ausencia de estos recursos podría disparar el riesgo país y limitar las capacidades del Gobierno para cumplir con sus compromisos sociales y financieros.

















