Los trabajadores del sector público y privado en Colombia cuentan con una ruta clara y inicial para denunciar casos de acoso laboral, ya sea proveniente de superiores, compañeros o subordinados: acudir al Comité de Convivencia Laboral de su empresa o al inspector de trabajo correspondiente. Esta instancia, vigente desde 2012, se encarga de recibir las quejas y propiciar soluciones como acuerdos entre las partes, traslados de personal, acompañamiento emocional o ajustes en el liderazgo, con el objetivo de gestionar las denuncias de manera temprana y prevenir la escalada de conflictos.
El acoso laboral, que afecta la salud emocional de los empleados sin importar su cargo o posición jerárquica, ha sido vinculado incluso a intentos de suicidio, lo que resalta la importancia preventiva y conciliadora del Comité de Convivencia Laboral. Creado precisamente en 2012 para atender denuncias en cualquier dirección de la cadena jerárquica, este mecanismo busca soluciones internas antes de que los casos se agraven.
Escalada según el sector laboral
En el sector público, si el Comité no resuelve el asunto, la denuncia debe escalar a los recursos humanos y, posteriormente, a la Procuraduría, que exige como requisito previo la demostración de haber agotado estos pasos internos. Por su parte, en el ámbito privado, para llegar a la Fiscalía se necesitan pruebas sólidas del proceso interno completado ante el Comité o el inspector de trabajo, asegurando así que las intervenciones judiciales sean el último recurso tras intentos de conciliación.
Esta ruta estructurada no solo protege a los trabajadores de entornos tóxicos, sino que fomenta culturas laborales más saludables, recordando que el acoso puede provenir de cualquier nivel y requiere atención inmediata para evitar daños irreparables en la salud mental y el bienestar general.

















